BERNARDO DE IRIGOYEN. Un grupo de padres, profesores y alumnos de la Escuela Provincial de Educación Técnica (EPET) 26 solicitó por escrito al director de la institución, Marcelo Laimer, que inicie de inmediato una investigación por el comportamiento fuera de lugar de un docente. Según la nota entregada hace una semana por los padres al ingeniero Laimer, el cuestionado docente asedia a sus alumnas y esta conducta se repite desde la apertura de la escuela, hace tres años, pese a los reclamos verbales elevados en reiteradas oportunidades a las autoridades escolares. Padres y docentes manifiestan que son numerosas las quejas de alumnas por acoso, asedio e insinuaciones por parte del profesor, entre los que también se mencionan malos tratos, pedidos de fotos, invitaciones y visitas a alumnas a altas horas de la noche y sin la presencia de los padres. Advierten también que las anómalas situaciones están en conocimiento del director del establecimiento, pues le fueron comunicadas tanto por los alumnos como por los padres, incluida una denuncia que fue elevada al Juzgado de Paz y donde habrían concurrido a declarar los padres de una estudiante, el mencionado profesor y el director Laimer, durante el año pasado.Actualmente el profesor no está dando clases y se encontraría con licencia médica, pero no habría ninguna investigación en curso. El testimonio de los padresPRIMERA EDICIÓN estuvo presente durante la entrega de la nota al director y luego dialogó con los diferentes protagonistas. María, madre de una de las alumnas, contó que “hace tres años, cuando mi hija salió de rendir un examen con este profesor, llegó a casa y estalló en lágrimas contándome lo mal que le había hecho con sus dichos e insinuaciones. Vine a la escuela inmediatamente y le conté al director lo que sucedió. En ningún momento Laimer me ofreció la posibilidad de asentar mi queja por escrito, me dijo que tomaba conocimiento y que iba a averiguar, pero todo quedó en nada, lamento mi ignorancia pero creo que tendría que haber procedido de otra manera”.Y agregó: “Mi otra hija está en primer año y las quejas siguen existiendo, siguen las faltas de respeto y las insinuaciones, me consta que las chicas han presentado las quejas a la preceptora (la esposa del director) pero no hacen nada, no sé por qué no toman medidas”. Justo, otro de los padres que acudió ese día, confió que “estamos muy preocupados, la escuela tiene tres años y desde el principio hay quejas de las chicas sobre este docente, el episodio del juzgado data del año pasado pero las quejas vienen desde hace tres años, pero nunca se hizo nada, ni siquiera después de lo del juzgado”.Cuestionó que cuando los padres plantearon esta situación al director, este les habló sobre la conducta de los chicos; “el director tiene mecanismos para aplicar si la conducta de los alumnos es mala, pero nosotros estamos denunciando algo que es mucho más grave y nadie se hace cargo. Por eso decidimos hacer pública esta problemática, yo quiero quedarme con la tranquilidad de que a mi hija no le pasará nada cuando venga a la escuela”. “Iba a mi casa a la noche, cuando mi hija estaba sola”Este diario también pudo dialogar con Ramona, madre de la joven estudiante que protagonizó el episodio que terminó en el Juzgado de Paz. Según relató la mujer, “desde principios del año pasado, este docente se acercaba hasta mi casa a altas horas de la noche, 21, 22… sabiendo que nosotros (por ella y el marido) no estábamos, pues el vive enfrente y conocía nuestros horarios (yo estudio de noche y mi marido trabaja hasta muy tarde). Siempre venía con la excusa de unas fotocopias o alguna temática relacionada con lo escolar. Mi hija me comentó entonces que este profesor le hacía insinuaciones e inclusive la invitó hasta Eldorado con la excusa de conseguir cierto libro; a partir de ahí empezamos a desconfiar de su actitud y le dije a mi hija (en ese momento tenía trece años) que mantenga la distancia, que cualquier cosa me avise por teléfono y le comenté a la esposa del director de la EPET 26, que oficia de preceptora, pero no hubo ningún cambio”.“El profesor siguió viniendo a mi casa a altas horas hasta que un día, a las 21.30, mi marido le abrió la puerta y el tipo no sabía qué hacer ni qué decir. Mi esposo le dijo que no se acerque más y empezó una discusión. Luego este profesor denunció a mi marido en el Juzgado de Paz”.“Cuando se citó al director y al profesor al Juzgado de Paz, ambos se comprometieron a que no iba a ocurrir más y me solicitaron que no efectúe ningún tipo de denuncia para no perjudicar la carrera del docente, nosotros accedimos, pero lamentablemente el compromiso que habían asumido de que esto no iba a suceder más no se cumplió, porque yo sé de muchas quejas de otras alumnas de que mantiene aún este tipo de conducta”. Prevenir hechos de abuso El vicepresidente del Consejo Municipal de Garantías del Menor y la Familia, Ricardo López, indicó que no recibieron ninguna denuncia formal pero “sí estamos al tanto de lo que está sucediendo y es realmente preocupante, en nuestra función lo más importante es prevenir hechos de abuso, para no llegar luego del hecho consumado. Muchos casos han comenzado así, con un acoso solapado, disimulado y el miedo de la gente a denunciar termina desgraciadamente muchas veces siendo cómplice involuntario de lo que después sucede. Como recomendación a los padres, les digo que si sus hijos comentan que están sufriendo algún caso de acoso como los que están denunciando, que se acerquen hasta el Consejo o llamen al 101 que se va a actuar protegiendo la identidad de los chicos y conteniéndolos, accionando rápidamente para tratar de dar una solución y de prevenir casos mayores”. Según su opinión, si el denunciado es un docente, “lo más conveniente es, momentáneamente y mientras se investiga, apartarlo de su cargo hasta llegar a la verdad y, lamentablemente, si esto no se hace no estamos previniendo y estamos perjudicando a la imagen de la institución. Es recomendable una medida precautoria hasta tanto se dilucide la situación”.




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