ASUNCIÓN, Paraguay (diarios ABC Color y Última Hora). El Ministerio Público Fiscal imputó a nueve personas por la masacre registrada el viernes en la colonia Ybyra Pytá de la localidad de Curuguaty.Se trata de F. M. B. (15), Richard Ariel Barrios Cardozo, Luis Olmedo Paredes, Marcelo Trinidad Paredes, Miguel Ángel Correa Franco, Adalberto Castro, Arnaldo Quintana, Lucía Agüero Romero y Felipe Urbina.Todos están detenidos. Algunos de ellos resultaron heridos en el mortal enfrentamiento. Los delitos imputados son homicidio doloso, tentativa de homicidio, lesión grave, asociación criminal, coacción y coacción grave, reportó el periodista de ABC Color Osvaldo Cáceres Encina.Los fiscales Ninfa Aguilar y Diosnel Giménez detallaron que los mismos fueron detenidos y algunos asistidos en la cercanía del enfrentamiento que sucedió en la propiedad de Blas N. Riquelme.El Ministerio Público solicitó al juzgado de Curugutay que los imputados guarden prisión preventiva.El viernes a la mañana un contingente de policías intentó ingresar a un campamento de campesinos “sintierras” para una revisión, pero los jefes fueron baleados. Allí hubo un enfrentamiento que arrojó la muerte de seis uniformados y once civiles. Esta es la cifra oficial, 17 fallecidos. A los quince que había se sumaron ayer otros dos, hallados en la zona de monte donde se registró el enfrentamiento. En la víspera, los rastrillajes se demoraron por la tormenta de viento y lluvias que azotaba la región. De todos modos, la Policía Nacional encontró ocho bombas cazabobos y siete escopetas de fabricación casera en los alrededores del campamento de los carperos.No fue a quemarropaLugo de los exámenes practicados a los cuerpos de los policías fallecidos, la Fiscalía desmintió que algún uniformado haya fallecido a causa de disparos a quemarropa. Todos fueron de media a larga distancia.Dentro de los cuerpos de los policías, se hallaron perdigones de escopeta que fueron percutidos a media y larga distancia.El médico forense, Pablo Lemir, confirmó la información luego de haber sido consultado al respecto ya que ayer se divulgó la información de que algunos policías fallecieron a causa de disparos a quemarropa.Lemir detalló que los perdigones de escopeta aún deben ser analizados por balística para determinar el tipo de calibre de las escopetas. Los impactos se registraron, mayormente, a la altura del cuello, la cabeza y miembros superiores, zonas que no estaban cubiertas por los chalecos.Todos los cuerpos de los policías fallecidos en el tiroteo registrado este viernes en Campo Morombí ya fueron entregados a sus respectivos familiares.Trabajan en atención a las víctimas agentes del Laboratorio Forense y un grupo de ocho fiscales que conformaron un equipo técnico para el efecto.“No somos responsables”El flamante comandante de la Policía, Arnaldo Sanabria, quien dirigió el fatal operativo policial en Curuguaty, deslindó la responsabilidad sobre las bajas en las filas uniformadas.“De ninguna manera somos responsables de las muertes”, manifestó el jefe policial durante su asunción como comandante de la Policía.Insistió en que se limitó a cumplir órdenes y regirse “estrictamente” al reglamento y normativas.Sanabria, en su condición de director de la Cuarta Zona Policial, dirigió a los policías al predio de Blas N. Riquelme, donde fueron emboscados por los campesinos invasores.Ayer los fiscales también informaron la identidad ocho de los supuestos campesinos que perdieron la vida en el enfrentamiento. Tres siguen como “NN”.Los identificados se llamaban Avelino Espínola, Delfín Duarte, Francisco Ayala, Fermín Paredes, Arnaldo Ruíz Díaz, Luciano Ortega, Andrés Avelino, y Adolfo Castro.El reporte fue ofrecido por el fiscal adjunto Marco Antonio Alcaraz, basado en los análisis del tanatólogo Ricardo Morales, del Laboratorio Forense del Ministerio Público.Morales explicó que algunos cuerpos registraban impactos de bala a la altura de la cabeza, el cuello y las axilas mientras que otros cadáveres mostraban rastros de proyectiles en la zona toráxica, extremidades, entre otras.Mientras los ecos de la masacre sonaban en el mundo entero, en el Palacio de López, sede del Gobierno paraguayo, asumía como ministro del Interior Rubén Candia Amarilla, en reemplazo del criticado Carlos Filizzola.“La política de mi administración en el Ministerio del Interior será el del estricto cumplimiento de las cuestiones legales. Vamos a promover el Estado de derecho y fortalecer el Estado de derecho”, manifestó en forma tajante el flamante funcionario.AdiestradosLa fiscal de Curuguaty, Ninfa Aguilar, dijo creer que por los disparos realizados por los campesinos durante el operativo de desalojo, estos ya se estaban adiestrando para utilizar armas en un eventual enfrentamiento.Aguilar manifestó que es algo lamentable lo acontecido, porque no esperaban que se actué de esa forma, porque venían realizando un trabajo en conjunto con la Policía Nacional, específicamente con el jefe departamental, Pablino Vera, que permanentemente iba monitoreando lo que él sabía sobre la situación de ocupación en la zona.“Lamentable lo sucedido, que enluta a varias familias y a todo Paraguay, que de alguna forma sentimos la muerte de estos policías y también de los campesinos y es algo que conmociona y es una situación que nunca hemos vivido”, expresó a Telefuturo.La fiscal también informó que el procedimiento de desalojo debió realizarse la semana pasada, pero fue aplazado porque no se contaba con la cantidad suficiente de efectivos policiales para ingresar a la estancia, por lo que se procedió el viernes.Asimismo, mencionó que la estancia de unas 2.000 hectáreas ya fue invadida en varias oportunidades por grupos campesinos en años anteriores.





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