DAMASCO, Siria (AFP y Agencias). El dictador de Siria calificó de “bárbaros” a los autores de la matanza que dejó 108 muertos. Además, insistió con que es víctima de un plan de “destrucción” y denunció injerencias extranjeras. La brutal represión lleva quince meses.“Lo que ocurrió en Hula y en otros lugares de Siria son masacres salvajes, incluso los bárbaros no podrían haberlas perpetrado”, afirmo Bashar al Assad ante el Parlamento. Sin embargo, la ONU apunta contra el grupo paramilitar conocido como shabiha, que apoya al régimen y que se cree ha perpetrado algunos de los ataques más horrendos durante la revuelta en Siria, lo que ha permitido al presidente negar su responsabilidad. Durante su discurso emitido por televisión, en el que se presentó como un dique de contención contra el “terrorismo que sube”, Assad dijo que su régimen había “probado todos los medios políticos” pero que sus esfuerzos fueron vanos porque enfrenta “una verdadera guerra llevada a cabo desde el extranjero y los medios para afrontarla son diferentes”.El presidente sirio subrayó que a su juicio los responsables del “terrorismo no están interesados en el diálogo o las reformas. Están encargados de una misión y no pararán hasta que cumplan con esta misión o que logremos detenerlos”, afirmó. “Siria está abierta a todos los sirios, sean cuales sean sus opiniones, pero el terrorismo no puede formar parte del proceso político y debemos luchar contra el terrorismo para curar a la nación. Vamos a seguir luchando contra el terrorismo”, añadió. “No habrá compromisos en la lucha contra el terrorismo y aquellos que lo apoyan”, dijo el presidente sirio, quien no reconoce el movimiento de protesta, que asimila al “terrorismo”. Assad homenajeó al inicio de su discurso a “todos los mártires, civiles o militares” y destacó que su “sangre no se habrá vertido en vano”. Este discurso, el primero desde enero, llega cuando el plan de paz impulsado por el mediador de la ONU y de la Liga Árabe, Kofi Annan, se encuentra en punto muerto y el país está al borde de una guerra civil.A su llegada al Parlamento, Assad fue aplaudido por los diputados reunidos en primera sesión desde las elecciones del 7 de mayo. Shabiha, el grupo paramilitar acusadoSus integrantes blanden rifles y cuchillos con alarde cuando recorren poblados y aldeas. Su misión es realizar actos de intimidación brutales. Los culpan de las peores matanzas.Estos individuos, reclutados de la secta alawita -la misma a la que pertenece la élite gobernante-, forman un grupo paramilitar conocido como shabiha, que apoya al régimen y que se cree ha perpetrado algunos de los ataques más horrendos durante la revuelta en Siria, lo que ha permitido al presidente Bashar Al Assad negar su responsabilidad directa en los crímenes. Naciones Unidas dijo que pesan fuertes sospechas de que estos combatientes pro Al Assad son responsables, al menos parcialmente, de la matanza en Hula.





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