WASHINGTON (BBC Mundo). Hasta hace poco parecía que el camino de Barack Obama hacia la reelección se estaba despejando, con una economía que empezaba a mostrar signos de una clara recuperación y con los oponentes del presidente estadounidense enzarzados en una agria disputa por hacerse con la nominación republicana.La sensación de optimismo era tal, que algún asesor demócrata consideró adecuado recordar a sus correligionarios que los comicios presidenciales estaban a meses de llevarse a cabo y que en la carrera por ocupar el despacho oval todavía podían aparecer muchos obstáculos.Probablemente el viernes -tras conocerse los últimos datos de empleo en EEUU y con las importantes pérdidas registradas en la bolsa de Nueva York- los que alzaron la voz en las filas demócratas en contra de un excesivo triunfalismo se sientan reivindicados.Y es que según informó el Departamento del Trabajo, el índice de desempleo subió una décima en mayo, hasta el 8,2%, registrando así el primer aumento en los últimos once meses.La economía estadounidense tuvo en mayo una ganancia neta de 69.000 empleos, un tercio de lo esperado por los analistas.Además, también se supo que en marzo y abril se crearon 49.000 empleos menos de los anunciados, lo que confirma que el mercado laboral estadounidense está perdiendo fuelle de nuevo.Los malos datos de empleo, sumados a las turbulencias provocadas por la crisis de la deuda en Europa y a unos decepcionantes datos coyunturales de la economía china, hicieron que Wall Street viviera su peor día del año.El principal indicador de la bolsa neoyorquina cerró este viernes la sesión con una importante caída del 2,22%, lo que empujó al Dow Jones por debajo del nivel en el que cerró 2011.Tampoco llegaron buenas noticias del sector manufacturero estadounidense, que redujo modestamente en mayo su expansión.El periodista de la BBC en Washington, Jonny Dymond, señaló que las cifras conocidas son un duro golpe para los responsables de la campaña de reelección de Obama, que se verá afectada por las lúgubres perspectivas en el mediano plazo para la economía estadounidense.Según Dymond, “para los estadounidenses no hay un asunto más importante en estos momentos que el empleo”.A principios de este año, cuando parecía que la economía había alcanzado velocidad de crucero, el foco estaba en los candidatos a la nominación republicana y en cómo estos se verían obligados a cambiar su discurso fatalista frente a los datos positivos sobre creación de empleo.Ahora, según Dymond, tras tres meses de aumentos del empleo más bien modestos, la administración Obama enfrenta una situación complicada.Y es que el momento en el que se produce el incremento en la tasa de desempleo es electoralmente dañino, teniendo en cuenta que faltan cinco meses para las presidenciales.Según Jonny Dymond, los defensores de Obama pueden culpar a la horrible herencia que Obama recibió en 2008 -una de las peores con las que ha tenido que lidiar un presidente de EEUU- y a la crisis de la deuda que está afectando a la Eurozona.Pero tras cuatro años en la presidencia, señala Dymond, los votantes creen que Obama es el responsable de la marcha de la economía.





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