Señora Directora: En el transcurrir del tiempo se fue produciendo un fenómeno fuera de lo normal, en cuanto al comportamiento de algunas personas respecto de demostrar que tienen un precio. Principalmente en el ámbito político, donde ciertos personajes se volcaron descaradamente, desde su partido político, al oficialista para después mostrar su verdadera cara ante la sociedad. Llegó con las manos vacías y ahora es millonario -según vox pópuli- y seguramente terminará su mandato con una generosa jubilación, mientras el verdadero trabajador llora cuando le toca el retiro laboral. Y no solamente esto y como si no fuera suficiente, desde "arriba" cierto ministro digita y da órdenes a subordinados para que "compren voluntades de necesitados" para joderle la vida a opositores y que se presten a decir mentiras. Además de informar lugares clandestinos que justamente no son del opositor, pero ¿quién puede certificar una filmación de un lugar desconocido? Es muy triste ver cómo embarran la cancha –expresión común en tiempos políticos- y el objetivo es descalificar, menospreciar y destruir a terceras personas que también tienen el derecho de confrontar en las elecciones. Sin embargo y curiosamente, manteniendo un sistema que no se condice con una verdadera democracia, aparecen cincuenta candidatos, confundiendo aún más a muchísimas personas que, por su poca formación cívica, no se detendrán a analizar quién es quien. Por algo también se viene diciendo que deberán pasar muchísimos años para que la sociedad pueda vivir la democracia plena.Juan FiscalPosadas (Misiones)





Discussion about this post