Por iniciativa de la Conferencia Mundial de la Coalición Contra el Tráfico de Personas, en coordinación con la Conferencia de Mujeres, que tuvo lugar en Dhaka, Bangladesh, en 1999 se instauró el 23 de septiembre como el Día Internacional contra la Explotación Sexual y el Tráfico de Mujeres, Niñas y Niños.En la misma fecha, pero de 1913, en Argentina se promulgó la Ley No. 9.143 también conocida como “Ley Palacios”; la primera disposición legal contra la prostitución infantil del continente americano.Entre las causas que hay que abatir y están íntimamente ligadas con el tema figuran la pobreza, el hambre, el analfabetismo, el desempleo, la falta de una distribución equitativa de recursos, bienes y servicios y las políticas de migración restrictiva.La trata de personas con fines de explotación sexual es una forma moderna de esclavitud en el siglo XXI. Es una violación de los derechos humanos que socava la dignidad humana y tiene un componente de género claro pues sus principales víctimas son mujeres.Explotación sexual y tráfico van de la mano. El proxenetismo internacional es uno de los negocios más redituables del mundo. Los sucesivos Programas de Ajuste Estructural –soluciones económicas patrocinadas por el FMI-, la internacionalización de las empresas, la eliminación de subvenciones estatales, las sucecivas crisis financieras, han generado enormes costos para mayoritarios sectores de la población. Estos atraviesan fronteras en la búsqueda de un bien en extinción: el trabajo. Entre estos expulsados/as hay una mayoría de mujeres.Es notorio el fenómeno de la feminización de la pobreza y también de la superviciencia. En este contexto la exportación organizada de trabajadores/as para ser empleados en condiciones de esclavitud y de mujeres y niños/as para ser explotados sexualmente se han constitutido en ingentes negocios clandestinos fomentados por los gobiernos de países empobrecidos y no empobrecidos.Fuente: Medios digitales





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