POSADAS. El testimonio de un cerrajero que aseguró que uno de los policías imputados lo llevó en su auto hasta la dependencia para que abriera la puerta del depósito donde estaba la droga fue el relato clave que se registró ayer, en la tercera jornada del juicio oral y público que busca establecer responsabilidades en torno al robo de casi una tonelada de marihuana de la comisaría de Puerto Rico, en sep- tiembre de 2012.El comerciante contó en detalle cómo fue que ese y otro uniformado lo contactaron para dicho trabajo, que finalmente no pudo realizar. Y si bien no pudo recordar a los policías en cuestión, los resultados de una rueda de reconocimiento a la que fue sometido días después del hecho determinó que se trataba del oficial Miguel Dionísio Rojas (31).“Una tarde vino un patrullero y un policía me dijo para abrir una puerta. Les dije que no había problemas, pero después de las 22. A esa hora fue a buscarme otro policía en un Fiat Palio blanco polarizado”, contó Roberto Wendt?(48) sobre aquel efectivo que en reconocimiento aseguró que era Rojas. Y más. Las características de ese auto son idénticas a las del vehículo del oficial.Wendt dijo que ya en la comisaría intentó abrir varias veces la cerradura de lo que, le dijeron, era la sala de armas, donde había guardadas cuatro toneladas de marihuana. “Eramos tres en la comisaría, yo, el oficial y el de la guardia. Ese último venía cada 15 minutos a ver qué pasaba. Decían que habían perdido la llave y que los iban a sancionar”, relató el cerrajero.El comerciante les dijo entonces que la única manera de abrir era romper la cerradura, a lo que los dos uniformados respondieron que “no querían romperla porque había otra llave que tenía el jefe”, contó Wendt, quien agregó que “todo quedó así” y que a los pocos días uno de los policías regresó a su negocio y le pidió la copia de la llave, que finalmente había conseguido. “No hice la copia y lo mandé a otro comercio de Puerto Rico”, sintetizó el cerrajero.Ese fue el testimonio más importante de los cinco que se escucharon ayer en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas, donde también declararon los dos testigos que participaron del allanamiento en la casa que supuestamente ocupaba Rojas, sobre la ruta nacional 12.Otra de las testigos de ayer fue la doctora Helga Sulamita Segovia (74), médica forense del Poder?Judicial, quien ubicó en su consultorio al policía Sergio Benítez durante la noche del hecho para una consulta junto a su mujer, que estaba a punto de dar a luzYa sobre el mediodía fue el turno de la abogada y oficial Griselda Irala (37), jefa del Departamento de Análisis y Legislación Policial de la fuerza provincial, quien llegó al recinto con el objetivo de detallar los protocolos que tiene la fuerza ante la incautación de este tipo de mercadería, además de establecer responsabilidades sobre los deberes de cuidado de lo incautado. Al respecto, la policía brindó más confusiones que certezas.El tribunal pasó a un cuarto intermedio hasta el próximo martes a las 8, cuando se reanude la ronda de testigos.La investigación se inició el lunes 3 de septiembre de 2012, cuando el oficial Rojas cayó con más de cien kilos de marihuana a bordo de su automóvil, cerca de Jardín América. Entonces se descubrió que la droga era parte de lo que permanecía incautado en la Primera de Puerto Rico. Durante la primera jornada del debate, Rojas aseguró que fue engañado por sus superiores.





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