Además, ha comenzado a incrementarse una nueva modalidad delictiva que consiste en los golpes comandos perpetrados por las mismas bandas a centros de logística para apoderarse, por ejemplo, de cargamentos de miles de celulares.Se trata de algunas de las conclusiones de los análisis que lleva a cabo en forma periódica la Mesa Interempresarial de la Piratería de Camiones. El coordinador de la entidad, Gabriel Iezzi, reveló que en los últimos años ha aumentado la colaboración del estado con la creación de fiscalías especializadas y de divisiones específicas en las fuerzas de seguridad. “En lo que va del año hubo estabilidad en cuanto a la cantidad de hechos de acuerdo al relevamiento realizado entre las 80 empresas que forman parte de la Cámara. Hubo una disminución del ocho por ciento en el atraco a camiones pero subió un ocho por ciento a camionetas de carga, que son las que más circulan por Capital Federal y Gran Buenos Aires. Son víctimas en un 80% del total de delitos”, explicó el abogado. La mayoría de las bandas de piratas del asfalto operan a pedido, es decir, una vez que obtienen el botín lo revenden a terceros. “A Saladitas, super chinos, pero es muy amplio el abanico según se desprende de las investigaciones judiciales. También lo sustraído se revende mucho por internet, en especial, los artículos electrónicos”, acotó el letrado. Al parecer, en la actualidad operan en el país entre ocho y diez grupos dedicados a saquear mercadería de camiones y camionetas. En los últimos años se crearon fiscalías especializadas en Provincia: la primera se constituyó en 2009 en el departamento judicial de Zárate-Campana y luego se replicaron en San Martín, Lomas de Zamora, Morón, Mercedes y La Matanza. Pronto podría inaugurarse una oficina investigativa en Capital Federal. El abogado explicó que “así los fiscales empiezan a reconocer la estructura de las bandas”. “El perfil del gatillero es el último eslabón y el encargado de robar los rodados. Generalmente no hay víctimas porque no es un delito para iniciados: son profesionales muy bien equipados, con inhibidores que impiden el alerta rápido a la Policía”, describió Iezzi. El 60% de los hechos ocurren en Buenos Aires y el botín más preciado son los alimentos y bebidas seguido por electrodomésticos y autopartes.





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