El valor que representan los perros lazarillos para sus dueños es inexplicable. Ambos forman un binomio casi inseparable, sobre todo en la calle y en otros espacios públicos. La importancia que tienen estos animales para los no videntes es comprendida en países como Colombia, Uruguay, Estados Unidos, Canadá o España, donde hay escuelas que entrenan perros de varias razas para convertirlos en guías. Pero sobre todo, se transforman en los ojos de quienes no pueden ver. En Argentina, Misiones es pionera en desarrollar el programa de entrenamiento para perros impulsada por el Estado. Además, la provincia es la primera y única en el país en contar con una normativa que habilita el acceso de perros lazarillos a los lugares públicos . Tuvo origen en 2011, cuando en Posadas se construyó el primer centro de entrenamiento para perros en el Centro de Adiestramiento de la Brigada de Canes de Posadas. Y con ello se dio vida al programa impulsado por la Vicegobernación. En los casi cinco años de trabajo, se han entregado dos perros lazarillos y en los próximos días, se realizará la tercera entrega. En diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el comisario inspector, José Rudi Joner, Jefe de la Brigada de Canes explicó cómo la Institución Policial dio sus primeros pasos en adiestramientos de perros lazarillos. Y, los avances que han tenido en el trascurso de estos últimos años. De la mano de ello, se promueve la zooterapia o terapia asistida con animales. Una técnica que se basa en la estimulación para favorecer tanto el diagnóstico correcto como el aprendizaje y la adaptación de pacientes con capacidades diferentes. Al Uruguay por tres meses El programa de adiestramiento tuvo origen en 2011. En ese momento, lo primero que se plantearon fue si la Policía estaba en condiciones de entrenar perros lazarillos. “Pero dije que no había personal capacitado dentro de la provincia, ni en la Argentina”, dijo Joner. En Sudamérica solo dos países cuentan con centros de adiestramientos para canes lazarillos; Colombia y Uruguay. Y por cuestiones de cercanía, el jefe de la Brigada de Canes viajó a la República Oriental del Uruguay, donde se capacitó por tres meses. El segundo paso fue montar la infraestructura necesaria para comenzar la gran tarea. En esos próximos meses, dentro del establecimiento de la Brigada se instalaron carriles, pistas de entrenamiento, simulacro de una manzana, entre otras refacciones. Una vez terminadas las obras, los instructores viajaron a los criaderos de las provincias de Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe donde se compraron los once primeros perros destinados a ser lazarillos.“Los perros inician la tarea como lazarillos pero algunos no reúnen las condiciones”, detalló el Comisario. Y siguió “durante el entrenamiento, ante cualquier defecto que detectamos le damos otro destino, porque el perro va a ser los ojos de una persona y no tiene que haber errores”. Según las estadísticas cada diez perros seleccionados, uno es destinado a lazarillo. En el caso de la Brigada de Canes de Misiones, de los once, tres fueron destinados a lazarillos y otros tres a las actividades relacionadas a la zooterapia. Los cachorros llegaron con 40 días de vida y fueron castrados. Las razas elegidas son Labradores y Golden Retriever por su conducta dócil. “Trajimos los cachorritos y se los crió en un ámbito familiar con adaptación”, explicó.Y si bien el grupo de trabajo cuenta solamente con cuatro integrantes, los mismos realizan un trabajo personalizado de al menos dos años por animal. Luego, el perro tiene que ser entrenado para que se adapte al adjudicatario. El mínimo es de tres a seis meses. El programa, además, exige que la persona beneficiaria cumpla con cierto requisitos, como el estado psicológico. De éste modo determinan el carácter de la persona para constatar si coincide con la del perro. “Lo hacemos para ver si van a ser compatibles, si la persona es activa necesitará un perro activo. Si es una persona tranquila se busca que el perro coincida”, especificó Joner. Dos meses en la oscuridadEn la última etapa de entrenamiento, se le requiere a los instructores que vivan en carne propia la falta del sentido de la vista. Por lo que durante dos meses, realizan el adiestramiento con los ojos vendados. “Deben andar con los ojos vendados por el centro, sentir lo que siente un ciego. Ellos manejan el bastón como cualquier no vidente. Pero con el perro deben salir a la calle, tomar el colectivo, conseguir un asiento, cruzar la calle. Y en más de una ocasión se perdían y querían quitarse las vendas. Parte del trabajo no es pensar como un ciego, es sentir lo que sienten cuando deben cruzar la calle y confiar en el animal. Tienen que caminar sin ver, para conocer la necesidad de la gente no vidente”.Terapia con niñosCon respecto a la zooterapia, indicó que todos los perros inician la tarea como lazarillos, pero algunos no reúnen las condiciones. Actualmente, tres de ellos se encuentran listos para ser entregados a escuelas especiales, para que trabajen con niños con capacidades diferentes. De éste modo cumplirán la tarea de zooterapia. “La función es llevar al perro a los grupos donde los docente y cada chico con distintas patologías puedan jugar, peinarlo o tocar al perro. Tuvimos unas experiencias preciosas”.





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