La vitamina D participa en procesos como la absorción y el mantenimiento de los niveles de calcio, fundamental para asegurar las funciones vitales y la estructura adecuada de los huesos.Actualmente se conoce que directa o indirectamente, la vitamina D controla más de 200 genes, incluyendo aquellos responsables de la proliferación celular, diferenciación, apoptosis, angiogénesis y modulación del sistema inmune. Y es necesario controlar sus niveles.Esta vitamina también se la llama ’vitamina del sol’ porque el cuerpo la sintetiza después de exponerse a la luz solar – sin utilizar protector solar -. Diez minutos de luz solar de verano 3 a 4 veces por semana pueden ser suficientes para ayudar a que el cuerpo sintetice la vitamina D que necesita.La cantidad de vitamina D que el cuerpo requiere puede variar según el peso, las características genéticas, el color de piel, si se tiene o no alguna afección crónica e incluso según el lugar donde se vive.Entonces ¿quiénes son las personas que necesitan Vitamina D y deberían chequear sus niveles por lo menos 1 vez al año? Embarazadas. Nuevos estudios han demostrado que la suplementación de embarazadas con 4000 UI/día de vitamina D es segura y efectiva y reduce el riesgo de infecciones, parto pre término, preclampsia, cesárea y diabetes gestacional. Se recomienda suplementación sólo cuando la mujer vive en lugares fríos, no se expone al sol o usa pantalla solar, es vegetariana o pertenece a minorías étnicas. Personas con enfermedades autoinmunes. Se cree que la vitamina D juega un rol importante en el sistema inmune, previniendo las enfermedades autoinmunes y disminuyendo el riesgo de infecciones. Se recomienda la suplementación en personas con mayor riesgo de infección.Personas que han sufrido fractura de caderas. La suplementación con 800 UI/día disminuye el riesgo de caídas en personas añosas. Se recomienda la suplementación en personas añosas e institucionalizadas.Adultos mayores. Ya que su piel no produce vitamina D, al exponerse a la luz solar, sus riñones tienen menor capacidad de transformar dicho tipo de vitamina a su forma activa.Personas de piel oscura, porque su piel tiene menor capacidad de producir vitamina D a través del sol.Personas con enfermedad celíaca, con problemas de obesidad, porque la grasa de su cuerpo se adhiere a cierta cantidad de vitamina D e impide que ésta llegue a la sangre.A tener en cuenta Los lácteos u otros alimentos generalmente no alcanzan para brindar los requerimientos diarios adecuados.La vitamina D se encuentra en los pescados oleosos como el atún y el salmón y las sardinas y debe ingerirse en un promedio de 4 porciones por semana. En los lácteos fortificados, también hay cierta cantidad.La única fuente suficiente la aporta el sol bronceándonos en el verano o exponiéndonos de a poco durante todo el año, 15-20 minutos al menos tres veces por semana, dejando expuesta una superficie correcta como brazos y espalda, o piernas y muslos.Atención: los protectores solares no permiten la activación de la vitamina D porque no dejan que la piel reciba los rayos ultravioletas. Si no hay contraindicación médica para la exposición solar, la alternativa es exponerse en horarios más permitidos (hasta las 11 y luego de las 16), de manera frecuente, mínimo 3 veces por semana, entre 10 y 15 minutos. En invierno también se produce la activación de vitamina D, pero es necesario mayor tiempo de exposición. Y siempre depende de la latitud. Por ejemplo: en latitudes altas como la Patagonia, la incidencia de los rayos no llega a activar la vitamina D en invierno. Los tratamientos para la osteoporosis deben incluir vitamina D.





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