Así lo destacó Ricardo Domínguez, jefe del departamento de Salud y Seguridad del Ministerio de Trabajo de Misiones. El sector de la construcción sigue al tope del ranking de siniestralidad, junto al agropecuario y la industria manufacturera.
A días de la celebración del Día del Trabajador, PRIMERA EDICIÓN indagó sobre la situación general de las condiciones laborales en Misiones. Para ello se entrevistó Ricardo Domínguez, quien advirtió que en más de la mitad de las inspecciones que se realizan se detectó alguna falencia grave en materia de riesgos para los trabajadores.
A pesar de todo, rescató que el empresario está tomando cada vez más conciencia y todas las recomendaciones que le realizamos en cuanto a seguridad e higiene son bien aceptadas en la mayoría de los casos. Siempre hay excepciones y gente que se opone y que no quiere ser controlada, pero son los menos: en general se nota que existe un cambio. La gran mayoría te abre las puertas, está abierta a las consideraciones que uno realiza y trata de ir mejorando y ponerse en regla.
Estamos tratando de implementar lo que se llama cultura preventiva, de la que habla la OIT (Organización Internacional del Trabajo), y eso se está viendo en la práctica: el empleado está tomando los recaudos y tratando de tener menos accidentes en su empresa, porque sabe que eso le trae consecuencias muy negativas, evaluó.
Como ocurre en casi todos los aspectos, todavía hay diferencias entre los grandes centros urbanos y el resto del territorio provincial: Donde se da el mayor movimiento, en este caso la capital Posadas, se ve otra respuesta. En el interior, si bien hacemos comisiones todas las semanas, la periodicidad de los controles es menor y ya se sabe que somos hijos del rigor: donde hay menos control hay menos cumplimiento, reconoció el funcionario.
Los mayores peligros
Según Domínguez, el accidente de trabajo se origina por los factores de riesgo, que son las condiciones edilicias en las que se realiza o las condiciones en las que se encuentran las herramientas que se utilizan.
Por ejemplo, en una obra de construcción, la falta de vallado de protección contra caída en un perímetro de losa es un factor de riesgo, explicó.
En cambio, cuando hablamos de salud en el trabajo, hablamos de agentes de riesgo, que son los contaminantes presentes en el ambiente de trabajo que pueden provocar afecciones. Estas afecciones pueden ser agudas o crónicas, es decir, que los agentes pueden tener un efecto inmediato o por tiempo prolongado de exposición.
Más allá de que en cada actividad aparecen riesgos diferentes por la propia naturaleza de cada una, el jefe de Salud y Seguridad del Ministerio de Trabajo trazó algunas coordenadas en base a las experiencias con las que convive día a día.
Así, apuntó que no únicamente en Misiones, sino a nivel nacional, uno de los sectores con mayor índice de siniestralidad es la construcción, considerando que las propias tareas que se realizan son riesgosas. También las actividades agropecuarias son de las que más peligros generan. La tercera actividad en este ranking sería la industria manufacturera en su conjunto (englobando maderera, metalúrgica, etcétera).
En esta última rama, lo que más se ve es la falta de protecciones en maquinarias y herramientas; la falta de uso de elementos de seguridad personal por parte del operario; cuando existe riesgo por trabajo de altura, a veces tampoco se toman las medidas necesarias, enumeró.
En materia de salud, apuntó que es más factible que los agentes de riesgo se den en una industria donde se manipulan compuestos químicos, por ejemplo laboratorios, fábricas de pinturas, etcétera, mientras que en el área agropecuaria, denuncias por este tipo de agentes químicos hay pocas, porque por ahí a los trabajadores les queda lejos, pero sí hacemos inspecciones de oficio periódicamente porque es uno de los sectores más vulnerables.
Luego están las dolencias por exposición prolongada a un agente de riesgo, y un ejemplo puede ser el ruido de casi cualquier máquina de un aserradero, que con el tiempo va provocando una pérdida de audición, agregó.
Convencer al empleado
En este sentido, Ricardo Domínguez aclaró que los factores de accidentes tienen que ver tanto con las condiciones de trabajo como con las actitudes del trabajador y que muchas veces están dadas las condiciones, pero los trabajadores son los que tienen actitudes que aumentan sus propios riesgos, por eso en nuestras inspecciones apuntamos mucho a la capacitación.
Por eso, la mejor manera de prevenir es informar al trabajador de los riesgos a los que está expuesto y darle la capacitación necesaria para que pueda desempeñar la tarea con más seguridad.
Es que muchas veces es el propio trabajador quien se niega a cumplir con las medidas de seguridad que su empleador le recomienda y de las cuales le provee, con argumentos como que hace calor o estoy acostumbrado.
Incluso los propios empresarios, cuando vamos a una inspección, nos piden que expliquemos a sus empleados los alcances o la importancia de esos elementos de seguridad. Y como nadie es profeta en su tierra, por ahí a nosotros nos escuchan más que a sus empleadores, entienden y aceptan, contó Domínguez.
Cómo se trabaja
Ricardo Domínguez explicó que dentro de la Dirección de Inspecciones Laborales del Ministerio de Trabajo misionero se hacen las actuaciones en conjunto entre dos departamentos: la Policía de Trabajo y el Departamento de Salud y Seguridad en el Trabajo, que es el que está a su cargo.
La primera se encarga de la situación registral de los empleados (si están en blanco) y si se les está pagando lo que corresponde, mientras que al segundo le atañe el control del medio ambiente y las condiciones laborales, con el objetivo de minimizar en los posible los accidentes y enfermedades profesionales.
Las inspecciones se originan por diversas vías: de oficio, aleatoriamente; o por alguna denuncia a través de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, de los sindicatos o de los mismos trabajadores, explicó antes de asegurar que en el Ministerio se reciben muchas denuncias personales. Son anónimas, justamente para resguardar la integridad del trabajador y no acarrearle inconvenientes.
Las denuncias se pueden hacer personalmente en algunas de las sedes del Ministerio de Trabajo, al teléfono de dicha cartera (0376-4447081) o, desde hace unos años, también a través de la página web: http://www.trabajo.misiones.gov.ar/.
A partir de allí, se arma un cronograma que solo maneja la parte jerárquica (ni siquiera los inspectores conocen dónde van a ir hasta el día que salen), para que las inspecciones sean sorpresivas. La inspección es una fotografía de las condiciones al momento en que se realiza, entonces conviene que esa fotografía sea lo más acorde a la realidad, argumentó Domínguez.
Cabe destacar que todo el personal que trabaja en el Departamento (un plantel de ocho personas en la sede central y dos en el interior) son profesionales, específicamente técnicos o licenciados en Seguridad e Higiene. El equipo de trabajo abarca toda la provincia y todos los tipos de actividades. En el interior hay delegaciones en Eldorado, Oberá, San Vicente e Iguazú, pero además se realizan comisiones desde Posadas para hacer las inspecciones puntuales.
Siempre se va a encontrar algún incumplimiento menor, pero entre el 50 y el 60 por ciento de las inspecciones que realizamos encontramos falencias de gravedad, aunque también es variable en función del tipo de actividad, reflejó el jefe de Salud y Seguridad, quien explicó que en los casos en que el riesgo es grave o inminente, se procede a la suspensión de la tarea, hasta tanto se resuelva esa falencia. Pero es algo puntual: no se clausura el establecimiento sino que se suspende la tarea concreta o el sector en el que se detecta una situación de peligro importante. A veces se subsana rápidamente porque se trata de un descuido o de algo transitorio, y para cuando termina la inspección ya se resolvió y se puede reanudar el trabajo.
No somos un organismo recaudador sino preventivo, no vamos buscando la multa sino que disminuya la posibilidad de accidentes laborales, remarcó.
Trabajo digno y productividad
Más allá de que el control y el poder de policía sobre el trabajo en negro corresponde a otra área dentro del Ministerio de Trabajo, el jefe del Departamento de Salud y Seguridad remarcó que el trabajo digno, que proclama la Constitución Nacional, engloba también la registración del trabajador: un trabajador que se siente seguro desde el punto de vista legal (en ‘blanco’, con cobertura social, ART, etcétera) cambia también su actitud ante el trabajo, lo hace de manera más distendida y eso repercute en que haya menos accidentes.
Además, desde el punto de vista empresarial, Ricardo Domínguez apuntó que mejores condiciones de trabajo permiten una mejor producción. Exigiendo al empleado más horas de trabajo, por ahí produzco más, pero de menor calidad.
En ese sentido, aseguró que nuestra prevención no solo es para resguardo del trabajador, sino que también implica que el producto o servicio sea de mayor calidad para el consumidor o cliente.
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