La medida fue publicada ayer en el Boletín Oficial y faculta al Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (IProDHa) como órgano de contralor de la convocatoria y se habilita al presidente del Directorio del Instituto, Santiago Ros, a designar a la comisión que entenderá en el proceso de concesión.
Se establece que los recursos que se destinen a la ejecución y funcionamiento de la planta serán aprobados cada año por la Cámara de Representantes, a través de la Ley de Presupuesto General de la Administración Pública Provincial. A su vez se designa como ente regulador de la Concesión a la Secretaría de Energía, quien deberá designar a un representante para actuar dentro de la comisión.
Según detalló Ros el principal objetivo de la planta será generar y reutilizar energía para provecho del propio sector maderero.
Se estima que requerirá una inversión inicial de 8 millones de dólares, monto que se prevé amortizar con la venta de energía y el secado de madera dentro del período de 15 años.
Un 30% de la madera que ingresa a un aserradero se convierte en residuo en forma de aserrín, viruta, puntas o tacos, lo que significa una producción de biomasa a partir de este residuo de 10.800.000 toneladas anuales en la provincia, según los resultados del último Censo Nacional de Aserraderos realizado en el año 2017. La planta permitirá darle un adecuado tratamiento final a los restos de la forestoindustria.
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