Solicitan que durante el receso puedan permanecer los del interior que trabajan en Posadas. Aguardan que hoy se rubrique el acta que asegure un reglamento más justo.
Después de meses de reclamos y versiones encontradas sobre la situación de los estudiantes que ocupan el albergue universitario de Villa Lanús, este jueves puede llegar a haber un acuerdo que acerque las posturas tanto de los albergados como así también la de los responsables del Ministerio de Desarrollo Social.
La semana pasada firmaron un acta acuerdo en el que los funcionarios se comprometían a mantener una reunión para discutir el reglamento. Los estudiantes temían que fuera a aplicarse la normativa, que exige un 80% de materias aprobadas para continuar con el beneficio.
Este martes, las partes mantuvieron un encuentro en la sede del albergue. Por espacio de dos horas debatieron y compartieron opiniones sobre la problemática. Exequiel Ferreira, uno de los referentes del Colectivo de Albergados Misioneros en Lucha, contó a PRIMERA EDICIÓN que entregaron un petitorio de tres puntos.
En él solicitaron: 1) que el año próximo se garantice la presencia de todos aquellos estudiantes que hoy están albergados, sin considerar el porcentaje de materias aprobadas que estipula el reglamento para que se les renueve la beca, 2) Que el albergue permanezca abierto para sus compañeros que por cuestiones laborales no pueden volver a sus casas en el interior de la provincia, 3) que se establezca un cronograma para discutir una modificación reglamentaria y la construcción de un nuevo albergue.
Ferreira comentó que la reunión fue mantenida con el jefe de residencias estudiantiles, Ariel Ruiz y un representante del sector jurídico del ministerio. En ese encuentro no fue posible firmar un acuerdo, porque, en palabras de Ferreira, los funcionarios explicaron que les excedía su competencia, dado que debía ser rubricada por el subsecretario de la Juventud, Pablo Nuñez.
Sin embargo, ellos expresaron su voluntad política de no aplicar el reglamento porque saben que está desactualizado, es restrictivo y reconocieron que no existe una caza de brujas. Nos dijeron que nos quedemos tranquilos que no van a echar a nadie, pero de palabras estamos agotados, ya que se aplazaron muchas reuniones durante el año y así llegamos a diciembre aún si que haya habido una respuesta concreta, dijo Exequiel.
En lo que podría configurarse como un cuarto intermedio, los funcionarios se llevaron el acta, para que mañana (por hoy) se acerquen con la misma ya firmada. Quedamos a la espera, y no tenemos ninguna seguridad de nada, ya que no habrá otra reunión en la que pueda discutirse, sentenció el referente de los albergados.
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