Está acusado de matar a Carlos Luciano González Urbieta (39) en septiembre de 2016 en Puerto Iguazú. Fue imputado de atacar a hachazos y luego cortarle el cuello a la víctima.
A quince meses del brutal ataque y muerte de Carlos Luciano González Urbieta (39) el juez de Instrucción 3 de esta ciudad, Martín Brites, elevó a juicio oral y público el expediente que tiene como único acusado de homicidio simple a un joven de 19 años, supuesto compañero de tragos de la víctima.
El crimen fue cometido durante la noche del martes 13 y madrugada del miércoles 14 de septiembre de 2016 en una precaria vivienda del bario Dos mil Hectáreas. En este inmueble y tras el presunto exceso en el consumo de bebidas alcohólicas, González Urbieta habría discutido y peleado con su allegado.
La disputa pareció calmarse momentos después y González Urbieta se retiró a dormir a su casilla de madera. Quien aparentemente no se tranquilizó fue su victimario, quien tomó un hacha y sin darle tiempo de reaccionar le propinó cuatro golpes que le provocaron profundas heridas.
Pero la irascibilidad del agresor no cesó en ese momento y tomó un filoso cuchillo y literalmente degolló a González Urbieta abandonándolo tendido en su cama.
Tras el reguero de sangre, el atacante abandonó el lugar con el changarín agonizante, con el cráneo destrozado y el cuello abierto por el arma blanca.
Pero no se dio a la fuga, por el contrario caminó hasta la comisaría jurisdiccional, la Tercera de la Unidad Regional V, y allí ante los guaridas señaló que su compañero de copas estaba herido en su casa porque habían dirimido a golpes sus diferencias.
Los efectivos policiales de inmediato se trasladaron hasta el lugar apuntado, a cinco kilómetros del casco urbano de la ciudad. Ingresaron a la vivienda y observaron, sobre la cama, el cuerpo sin vida de González Urbieta, paraguayo que se desempeñaba también como cuidador de una propiedad en la zona.
Los investigadores determinaron que primero fue brutalmente golpeado en la cabeza dejándolo inconsciente, sin chances para defenderse. Y luego le cortaron el cuello, por lo que murió desangrado.
En el escenario del asesinato, los peritos de la Policía Científica de la UR-V secuestraron un hacha y un cuchillo con restos de sangre, que las pericias ratificaron correspondían a González Urbieta.
Menos de dos meses después del crimen y la detención del joven de 19 años, el juez instructor determinó su prisión preventiva por el delito de homicidio simple, delito que prevé penas de ocho a 25 años de prisión.
Hace pocas horas, el proceso avanzó un peldaño más y el juez Brites determinó que el sospechoso se defienda en juicio oral y público. Mientras se define el último paso, aún puede recurrir a la elevación a debate, seguirá detenido en una celda de la Unidad Penal III de Eldorado.




Discussion about this post