Norma tiene sesenta y nueve años y terminó la secundaria con el sistema Educación Para Jóvenes y Adultos que se dicta en la Escuela de Comercio 15 de San Vicente. “Es una promesa que le hice a mi padre cuando me casé, que iba a terminar la secundaria. Tuve mi primer hijo, luego el segundo y el tercero, dejé de lado el estudio para dedicarme a mis hijos y a mi familia. Ahora que ya nos quedamos solos con mi esposo en casa vi la oportunidad y cumplí con esa promesa. Pienso seguir alguna carrera terciaria o universitaria, voy a ver las ofertas académicas que hay en San Vicente el año que viene y seguiré”.Norma Estela Franco, el jueves fue el último día al colegio y tuvo la sorpresa que los profesores le dijeron que aprobó todas las materias. Este sábado tiene su fiesta de egresados junto con los otros quince compañeros de curso.En una charla con PRIMERA EDICIÓN, Norma contó que “es cumplir una promesa que le hice a mi padre cuando me casé. Yo tenía dieciocho años y me casé, mi papá me preguntó ¿Qué vas a hacer con el estudio? Y yo le dije que iba a seguir. En ese entonces había hecho segundo año. Pero tuve a mi primer hijo, luego vino el segundo y el tercero. Me dediqué a mi familia y dejé de lado el colegio”.Pero como nunca es tarde para estudiar y para aprender, la mujer vio la oportunidad y pudo cumplir con la promesa que le había hecho a su padre. “Los hijos crecieron y formaron su familia y nos quedamos solos con mi esposo en la casa y me dije por qué no terminar la secundaria. Un día hablé con la directora de la Escuela de Comercio N° 15 que vive acá cerca y me dijo que podía terminar la secundaria y me alentó a hacerlo. Busqué el apoyo de mi esposo, hijos, nueras, yernos y nietos y todos me sorprendieron porque me alentaron. Entonces me puse a estudiar y en dos años terminé los dos años que me faltaban”.“Como experiencia es muy bueno y me di cuenta que no hay límite de edad para el estudio. Por suerte me encontré con un grupo de compañeros excelentes que me apoyaron y ayudaron siempre, eso me favoreció mucho. Al principio me costó adaptarme a estudiar nuevamente. Había dejado cuando tenía dieciocho años y cuando retomé tenía sesenta y siete. Pero le agarré la mano enseguida y todos me apoyaban, en la escuela, en la casa y todas mis amigas y conocidas que se enteraban que estaba estudiando me alentaban”.Norma quiso estudiar con el sistema ESA pero no se adaptó. “Yo había intentado continuar mis estudios con el sistema de Educación Secundaria Abierta, pero no me adapté y dejé. Vi que no podía estudiar. Creo que estaba muy metida con mi familia todavía y con mis nietos y eso no me dejaba concentrarme. Ahora fue distinto, encontré un grupo de personas maravillosas que son mis compañeros de curso. Yo me apoyaba en ellos y ellos se apoyaban en mí. Es un grupo de personas que tienen veinte y picos de años, treinta, cuarenta y cincuenta, yo era la más vieja. Eso fue lo que me fortaleció y me hizo seguir”.Norma Franco es ama de casa y vive con su esposo, tuvo tres hijos y tiene nueve nietos de sangre y dos del corazón y un bisnieto. Ahora ya piensa en seguir una carrera terciaria o universitaria. “Fueron dos años de disfrute total y me encendió aún más las ganas de seguir estudiando. Me gusta mucho la política y veo siempre los programas políticos en la tele y eso me encanta. Voy a ver si puedo seguir estudiando algo relacionado con la política. Pero voy a ver las ofertas académicas que hay en San Vicente el año que viene y ahí voy a decidir. Por ahora fue un desafío personal muy grande que me tomé y lo conseguí. El sábado voy a disfrutar de la fiesta de egresados con mis quince compañeros, los profesores y mi familia por supuesto”.




Discussion about this post