“Hubo una reunión entre varios y el administrador porque se filtró un audio. Borren todos los mensajes y no nombren más a los ‘carrileros’”. La advertencia es de un pasero paraguayo a otros a través de un audio de WhatsApp. Y resultó insuficiente: tanto esos archivos como las escuchas ya forman parte de la causa en la que nueve aduaneros fueron imputados por cobrar “coimas” para dejar ingresar mercadería de contrabando por el puente internacional Posadas-Encarnación.PRIMERA?EDICIÓN logró obtener mediante sus fuentes parte de las escuchas que obran en el expediente que instruye el Juzgado Federal de Posadas por “asociación ilícita, incumplimiento de los deberes de funcionario público y cohecho”. En ellas aparecen nombrados varios de los nueve involucrados que tiene la causa hasta el momento.?No obstante, también quedan seriamente comprometidos otros agentes aduaneros que por el momento no fueron llamados a comparecer ante las autoridades del caso.Del expediente surge otro dato llamativo y grave: los paseros paraguayos contaban incluso con copias de las planillas oficiales de turnos donde se especifica qué agente y en qué horario se encontraba en cada uno de los carriles de ingreso a la Argentina.Código futbolísticoPese al intento por hablar “en código”, las conversaciones entre uno de los detenidos y un pasero ponen en evidencia parte de la maniobra que ahora está bajo la lupa.“Mañana juegan en la cancha 3”, le dice el aduanero al contrabandista, indicándole el carril por el que debía ingresar al país para evitar el control de la mercadería.“En otra conversación, le dicen que tienen cinco autos para pasar y que después le paga, contestando (el aduanero) ‘bueno, dale’”, según surge del relato del hecho por parte del letrado Diego Sther, a cargo de la Fiscalía Federal 2 de Posadas.El Ministerio Público también relata que, en otra escucha al mismo aduanero, un pasero “le pregunta si está trabajando para poder pasar mercadería en una camioneta Iveco Grande. *** le contesta, fijate después de las 13, hay un DT ahí”, en una suerte de código secreto vinculado a lo futbolístico, pero en clara alusión a un aduanero que también forma parte de la maniobra. “Jugamos en cancha 1”, remata, nuevamente apuntando al carril “recomendado”. Y después aconseja:?“De a uno nomás, no encimados”.En otra comunicación, un pasero vuelve a preguntarle si estaba trabajando. El aduanero responde:?“Vas a tener un buen DT, pero hay que ver si este DT quiere jugar, porque la otra vez no quiso jugar”.Por último, en otro contacto telefónico, uno de los aduaneros involucrados le dice a un pasero “que hoy no tiene una buena guardia y que recién el lunes a la noche tiene un jefe piola, así puede cumplir con lo que le prometió”.Entre paserosOtra parte de las escuchas que constan en el expediente provienen, en realidad, de una investigación paralela iniciada este año, cuyo material probatorio fue anexado a la causa principal contra los nueve aduaneros imputados.En la misma se procedió al secuestro del teléfono celular de un pasero paraguayo, donde constan centenares de conversaciones de WhatsApp entre los contrabandistas que dejan en evidencia el accionar de los aduaneros.“Avisame la guardia de esta noche porque tengo mercadería para pasar”, “Me dijeron que mañana van a estar *** y ***”, o “A la tarde va a estar ***”, son algunos de los ejemplos. “¿Alguien sabe qué ‘caballos’ van a estar después de las 7?”, preguntan en un audio, en relación a los funcionarios que aceptaban las dádivas. “***, *** y *** son todos ‘caballos’. Ahí te pasé la lista”, le responde otro.En medio de esos diálogos consta una insólita situación: en los carriles los aduaneros aceptaban las coimas, pero a los pocos metros quien se encontraba a cargo de la guardia los frenaba, revisaba y hacía volver al Paraguay. “No le den plata a ***, porque después mandan de vuelta. Los carrileros están agarrando la plata y después te mandan de vuelta. Así están haciendo”, advirtió un pasero.En esos audios también constan las ‘tarifas’ de las coimas. “1.500 pesos para el aduanero”, dice uno. Otro, en tanto, explica:?“Tengo una mercadería, no da para llevar de día. Quiero llevar de noche, ahí con $1.000 ya está, de día son muy exquisitos”.Otra situación llamativa que demuestra el nivel de información que manejaban los contrabandistas es la que ilustra el comienzo del artículo. Al parecer, alguien informó a los paseros sobre la filtración de un mensaje comprometedor. “Borren todos los mensajes y también lo que dijeron, no nombren más a los carrileros”, advierte preocupado uno de los contrabandistas, tras recibir información confidencial sobre el presunto inicio de una pesquisa.





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