Comúnmente se cree que en una conversación quien está hablando es quien está siendo activo en dicho proceso, pero aquí les voy a contar que quien está escuchando también está llevando un proceso interno activo bastante complejo si se presta atención.Antes de seguir es bueno diferenciar entre oír y escuchar.Oír es un proceso biológico afín a casi todos los mamíferos y humanos, en donde captamos sonidos que son traducidos según la capacidad de nuestro órgano, oímos palabras, melodías, voces, la lluvia, el mar, etc.; algunos animales tienen la capacidad por ejemplo de oír mucho más agudamente que los humanos. Escuchar en cambio es una capacidad exclusiva del ser humano, en donde le damos sentido a lo que el otro nos está diciendo, relatando, interpretando según nuestras competencias y habilidades, según nuestra historia y nuestros juicios, según el afecto y la empatía, según la flexibilidad y el poder de reflexión. Escuchar implica oír más interpretar aquello que se nos está diciendo. Cuando escuchamos no siempre escuchamos lo que el otro nos quiere decir, intentar captar con mayor certeza lo que nos dicen es una práctica diaria. Por ejemplo, cuando un amigo nos dice, voy a visitarte, quizás también nos esté diciendo: necesito hablar con vos, me paso algo, quiero contarte esto, te estoy extrañando, quisiera despejarme y compartir con vos, etc. Mejorar nuestra comprensión en la escucha requiere primero de todo estar presentes para nuestro emisor que se dirige a nosotros, así poder captar con mayor atención lo que está tratando de decirnos y luego generar preguntas adecuadas sobre lo que se nos dijo para confirmar que nuestra escucha fue acertada: ¿Es esto lo que queres decirme sobre esto?, ¿Entendí bien?¿A qué te referís con esto que me decís? Etc., un mínimo de indagación siempre es buen aliado para comprendernos, siempre y cuando no sea invasivo ni molesto para el otro.Esto mejora no solo las relaciones sino la comprensión, hacia uno mismo y hacia los demás. A veces nos pasa que decimos un sinfín de cosas que si en frente no nos escuchan es como si no lo hubiéramos dicho nunca, y así surge la necesidad de volver a hablarlo una y otra vez e incluso a veces la frustración y las sensaciones negativas que acarrean el no sentirnos escuchados son de gran importancia.Aprende a tener activa tu escucha, practica, presta atención, estate presente para quien te habla y así, no solo se sentirá mejor quien te habla sino tú por ofrecer algo poderoso a los demás.ColaboraNatalia de las NievesTerapeuta MotivacionalEn Facebook: RincónDe Luz y Bienestar154366593




Discussion about this post