Mediante el decreto 545, el intendente de la ciudad, Joaquín Losada, vetó totalmente la ordenanza XII Nº 65 sancionada por el Concejo Deliberante en sesión del pasado 27 de abril, que creaba un programa de adopción de animales en situación de calle y abandono, argumentando que “todos los ítems planteados en la normativa están en desarrollo”.El director del Instituto Municipal de Sanidad Animal (Imusa), Gustavo Elizaincin, justificó la decisión del jefe comunal al señalar que los ediles “pedían una cierta cantidad de cosas que ya se están haciendo”. “Se vetó porque todo, absolutamente todo lo que se pide que se haga, ya se hace. En parte, desde hace años y en otra parte, se puso en funcionamiento a pesar de que todavía no estaba aprobada la reforma de la ordenanza X – Nº11 -referente al cuidado responsable de animales-, promulgada por decreto 151/2017. Apenas asumí la gestión ya puse en funcionamiento todo lo relacionado a tenencia responsable de animales”, indicó a PRIMERA?EDICIÓN. El funcionario explicó que a través del Imusa, tienen en marcha un programa estricto de castración de perros y gatos (machos y hembras), y un quirófano móvil en el que no dan abasto con los turnos. Por día se operan entre 50 y 60 animales. “En los consultorios de clínicas se hace lo correspondiente a la prevención, diagnóstico y tratamiento de algunas enfermedades, y concientización de las enfermedades zoonóticas, que se transmiten al hombre. Estamos a full con la vacunación antirrábica anual y con la inspección de animales mordedores”, enumeró. Manifestó que en la ordenanza derogada, el deliberativo “hacía hincapié en el tema de la adopción de animales, y ese plan o programa de adopción de mascotas ya está implementado. Lo reimplementé al asumir”. Contó que el año pasado dieron en adopción a unas tres mil mascotas entre perros y gatos, y que hicieron campañas de adopción tanto en la costanera como en un barrio de avenida Cocomarola. “Esto implica hacer una ficha y pedir que asistan a control. Se entregan los animales testeados libres de leishmaniasis, vacunados contra la rabia y desparasitados. Lo único que no hacemos en el Imusa es la aplicación de las vacunas quíntuple y séxtuple”, confió. Elizaincin admitió que el organismo posee una ficha de control de las personas adoptantes, y quedan debidamente registrados los datos del propietario y del animal, y que también se encargan de los animales en situación de calle. “Cuando nos avisan que hay un animal suelto trabajamos junto con los proteccionistas. Esos animales son capturados, puestos en condiciones (si no está castrado, se castra), se los cura, se los trata y se intenta buscarles un hogar. Cuando no se los puede tener en el Imusa -debido a la demanda- se buscan hogares transitorios, casas de personas proteccionistas que se encargan de tenerlos un tiempo hasta que se consigue un hogar”, agregó. Comento que los ediles solicitan un registro de los proteccionistas, y “hasta tenemos de quienes se encargan de los animales comunitarios, que son esos que andan sueltos y una persona decide tenerlos en un terreno acondicionado para el frío, la lluvia. Se llaman comunitarios porque son varias las personas que se turnan por semana para llevarles comida, agua”, dijo.Iniciativa de ArjolLa iniciativa había sido presentada el año pasado por el concejal Martín Arjol, y buscaba colaborar con las protectoras y personas que se dedican a rescatar, que se ven sobrecargadas de animales abandonados. Como incentivo, la normativa preveía una “quita en las tasas y/o demás beneficios cuya disponibilidad deberá ser efectuada conforme a la disponibilidad presupuestaria municipal”. Sería “un incentivo para quien se lleve un perrito del refugio y una forma de crear conciencia sobre la importancia de adoptar, aprender a cuidar y ser responsable”, dijo.





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