En la primera balsa que este viernes intentó ingresar al país por Puerto Maní fue descubierto un cargamento de poco más de quince kilogramos de cocaína y de seis de sustancias de corte o estiramiento.Agentes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip-Aduana) detectaron la carga de droga dentro del tanque de combustible de un Fiat Punto Atractive, propiedad y conducido por un ciudadano brasilero de 30 años oriundo de Tuparendí (estado de Río Grande do Sul) ciudad a 31 kilómetros de la localidad de la ribera del Uruguay, Alba Posse.El procedimiento arrojó resultado positivo alrededor de veinte minutos después de las 8, cuando los expertos en inspeccionar vehículos, detectaron la irregularidades en el tanque de combustible, notaron una modificación y decidieron profundizar la requisa.A medida que avanzaba la labor, el brasilero que se expresaba a la perfección en español comenzó a cambiar su calma por nervios marcados que presagiaron el hallazgo de la droga. De acuerdo a fuentes consultadas por PRIMERA EDICIÓN los 31 ladrillos de cocaína y los diez de “polvo de corte”, fueron camuflados -u ocultos- por una prolija labor de envoltorios plásticos con café para despistar el olfato de perros entrenados y herméticamente sellados para transportarlos en el tanque de nafta.Los aduaneros también detectaron que el rodado poseía un inhibidor de señales radiales y de celulares, elemento que facilita moverse sin posibilidad de ser interceptado y mantener contactos con vehículos de apoyo.Cumplida la requisa del automóvil y del pesaje de los paquetes, se realizaron las pruebas con reactivos que dieron positivo de cocaína en alta pureza por 15,455 kilogramos.Las muestras tomadas de los nueve envoltorios que no arrojaron el mismo resultado, también fueron sometidas por los peritos de Afip a los test de drogas sintéticas o habitualmente llamadas metanfetaminas. Tampoco dio positivo a ellas pero se sospecha con firmeza que son sustancias “de corte o para estirar la cocaína sin perder efecto”, confiaron las mismas fuentes.El valor del cargamento secuestrado -sin calcular el narcomenudeo- en Argentina superaría el medio millón de pesos. De llegar al mercado de consumo europeo se quintuplicaría el monto.El detenido quedó a disposición del juez federal Jose Luis Casals, quien ordenó el resguardo del estupefaciente y la apertura de la causa por violación a la Ley 23.737.Se secuestró también un teléfono celular para ser peritado y se presume que ayudaría a determinar el origen de la cocaína. Por lo pronto se presume que fue acondicionada en suelo paraguayo.





Discussion about this post