Aumentan las tensiones en el “conflicto luz” y la empresa de Electricidad de Misiones SA (Emsa) es la principal responsable. Con discursos cambiantes y con tecnicismos, el resultado de las reuniones y charlas entre funcionarios y usuarios, son divisiones y disentimientos entre los distintos grupos denunciantes, que piden lo mismo: mejoras en el servicio de la luz, una empresa transparente y funcionarios con capacidad para resolver sus responsabilidades. “Está habiendo un conflicto interno entre los que se hacen llamar los “Autoconvocados”, la gente del centro, y los de “Barrios Unidos Iguazú”. Porque los técnicos vienen a darnos explicaciones que no nos sirven y solo confunden. Prometen cosas que ellos no tienen la potestad de cumplir, cuando la gente de los Autoconvocados les piden soluciones inmediatas, haciéndoles firmar convenios que no nos representa a todos los vecinos de Iguazú. Las cosas son más complejas, los problemas vienen de hace años. Las irregularidades son profundas”, explicaba Ariel Gularte, vecino y vocero del grupo Barrios Unidos Iguazú. El conflicto interno entre vecinos es confuso, el reclamo es el mismo. Pareciera que el mediador y principal responsable de la problemática, busca constantes “co-responsables” de la calamitosa condición de Emsa en toda la provincia, para levar el ancla que no les permite salirse del problema.“Emsa dice que uno de los principales causantes de los cortes de luz son los ‘enganchados’ que hacen superar la capacidad de los transformadores y el cableado de Iguazú. La gente termina pensando al final que la culpa tenemos los barrios periféricos. Pero nosotros venimos hace años pidiendo la regularización del servicio. Hay gente que quiere pagar y tener un buen servicio porque la energía que les llega es de 180 volteos y se les quema sus electrodomésticos. Por eso quieren estar en regla, para tener los 220 volteos, como corresponde”, aclaraba Gularte, con intensa necesidad de que se comprenda y se haga saber la verdadera situación del problema.“Siempre nos ponen la excusa de que se necesita un permiso de ocupación para poder habilitar correctamente el servicio de luz, sin embargo, en asamblea, las autoridades dicen que con certificado de domicilio se podrá hacer el trámite, y de nuevo en reuniones cerradas hablan de que, en realidad, el principal requisito es el permiso de ocupación y titularidad de la tierra”. “Los pedidos son concretos, y altamente necesarios por la cantidad de habitantes en la ciudad. Seis subestaciones más y aumentar el cableado. Es una realidad que la población de Iguazú aumentó, eso los representantes lo saben, pero no se registran”, declaró el vocero a PRIMERA EDICIÓN. La empresa, mientras tanto, no se cansa de dar comunicados livianos, en intento de justificarse frente a los reclamos. Tomando como hábito, ahora, hacer reuniones los viernes en donde técnicos “entendidos” describen la situación, a la que los propios vecinos por experiencia conocen, Emsa pospone la resolución eficaz y concreta de las peticiones de los usuarios. “Este viernes dijeron que van a volver, a trabajar. Si trabajan, nos frenamos y esperamos a ver qué pasa. De lo contrario, comenzaremos de nuevo con los reclamos. Y si es necesario nos vamos a Posadas, para que nos escuchen”, finalizó una de las voces de los barrios más carentes de la ciudad de Iguazú.Otro problema, el aguaLas carencias en la ciudad de las cataratas, no solo se limita al caótico servicio de luz, sino también a las consecuencias que esta precaria e inestable prestación provoca: la falta de agua en los barrios.Vecinos aseguran que una de las causas por falta de agua son los continuos cortes de luz. “Las bajas de tensiones de luz queman las bombas, dejando a barrios enteros sin agua”.La falta de agua no solamente se debe a la incapacidad de proveer la prestación del Instituto Misionero de Agua y Saneamiento (Imas), que solo está conectada a la red de los barrios hechos por el Instituto Provincial de Desarrollo Habitacional (Iprodha) y barrios del centro; sino a la insuficiencia en las inversiones para la creación de redes que alimenten la posibilidad de recepción del bien más importantes para las personas. “Después que terminó el Gobierno anterior, la planta nueva de agua, que se estaba haciendo para Iguazú, ubicada en el barrio Santa Rosa, no se terminó. Literalmente los caños están tirados. Falta gestión del municipio y la provincia con nación”, comentó un vecino Autoconvocado a PRIMERA EDICIÓN.Son 42 los barrios que posee Iguazú, de los cuales 20 de ellos poseen perforaciones que abastecen de agua corriente, realizadas por Imas, sin recibir mantenimiento. Los otros 22 simplemente cuentan con excavaciones poco profundas hechas por los propios vecinos.“Hay barrios que no tienen agua corriente, solo cuentan con pozos hechos por ellos mismos. Los cuales reciben agua de las napas que están contaminadas por las letrinas de las casas. No son saludables. Los chicos terminan internados por parasitismos en el hospital” y continuó diciendo que “el respaldo siempre son las tierras, y la falta de titularidad. Es gente de clase trabajadora, que hace años vive en el mismo lugar y son tierras fiscales. Buscan regularizar su situación, pero no hay voluntad política”, declaró frustrado y preocupado “esto es responsabilidad del Gobierno y su falta de voluntad”.“Por ejemplo el Barrio Cataratas, que está hecho arriba de un basural. Después de los cuatro metros recién hay tierra limpia. El agua que sacan de esos pozos lo usan para todo: bañarse, cocinar, tomar”, indicó.
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