Cada final que se nos presenta es siempre un nuevo comienzo, una oportunidad para hacer algo mejor, comenzar de nuevo, y el comienzo de un año es una buena oportunidad para pensar y rever formas y hábitos de comportamiento que queremos tener para mejorar nuestro bienestar diario y así atraer a nosotros situaciones y momentos de alegría y satisfacción.Para poder modificar y hacer cambios en nuestras vidas es fundamental estar predispuestos y tener voluntad de prestar atención a nuestro comportamiento hasta crear hábitos que se plasmen de tal manera en nuestras vidas que se vuelvan inconscientes como levantarse y cepillarse los dientes.Para poder lograr todas las metas que nos hemos planteado a principio de año, reforzar con un cambio de actitud positiva personal es fundamental. Y es posible verlo en pequeños detalles que hacen la diferencia como:Cuidar la presentación diaria: No esperar a que sea una fiesta para estar bien arreglados, peinados, oler bien, usar la ropa que está guardada para una ocasión especial. Vivir la vida diariamente como si fuera cada día un motivo de celebración. Además la presentación de cada uno habla de sí mismo. Que el éxito de tus logros y la felicidad no te encuentre desprevenido.Sonreír más: sonreír para que las personas que son tus espejos reflejen lo mejor de sí en nosotros. Las personas de vibra positiva no quieren estar cerca de personas amargadas. Además está comprobado científicamente que sonreír estimula una parte del cerebro que nos hace sentir bienestar como el chocolate y hacer ejercicio.Mantenerse en actividad: tanto mental como física, buscar algo que nos apasione hacer además del trabajo que realizamos a diario para mantener activa la creatividad y así conservar la chispa de la alegría por vivir encendida. Lo que también estimula a las buenas relaciones y conversaciones que favorecen el entendimiento y comprensión.Eliminar la queja: buscar la manera de hacer algo al respecto o soltar, que quejándose nadie resuelve nada, y la queja sólo trae más queja, hacernos responsables de lo que sucede y tomar acción, o relajar y ocuparse de otra cosa. Es bueno recordar que en lo que nos enfocamos crece, pues enfoquémonos en lo que nos trae bienestar.Tomarnos espacios recreativos y evitar estar encerrados: salir a pasear, buscar, despejar, festejar, mantenernos joviales y alegres. La juventud es un estado del alma y no de cuerpos. Así que la edad que tengamos para sentirnos festivos y jóvenes es sólo un número.Buscar la manera de sernos útiles: hacernos favores, tanto a nosotros como a los demás. Mantenernos al servicio de los demás, y de esta manera salirnos del yo quejoso que nos ve angustiados y abatidos. Hacer algo útil cada día por alguien o por ti mismo da satisfacción y regocijo. Hacer feliz a otro nos hace más felices a nosotros mismos. Cultivar el optimismo: buscar el lado bueno de las cosas y entender que todo siempre es para bien, en algunos casos si no ganás, aprendés, pero todo lo que nos sucede es para crecer y para elegir mejor la próxima vez.Busca tener relaciones sanas que aporten a tu crecimiento personal: somos el promedio de las cinco personas que frecuentamos, así que pensar en lo que queremos ser y quienes somos para elegir nuestras amistades es fundamental. La actitud nace desde adentro, es el fruto de lo que hay en nuestro interior, centrarnos y ver qué queremos ser es el inicio para un cambio y de ahí hacia afuera todo resulta mejor.ColaboraNatalia de las NievesTerapeuta MotivacionalEn Facebook: RincónDe Luz y Bienestar154366593





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