Nuestros abuelos nos advertían que tengamos cuidado cuando jugábamos por los yuyales: ¡cuidado con las víboras! Hoy hay cada vez más cemento, pero no faltan los baldíos o malezas desde donde pueden arrastrarse y aparecer en nuestros patios, en el baño y hasta abajo de nuestras camas. Y por si eso fuera poco, si movemos un ladrillo suelto en el jardín, nos podemos topar con una araña, un nervioso escorpión o rozar algún gusano ponzoñoso. Por el clima en el que vivimos, están ahí, con nosotros, y hay que tener cuidado. Los nuevos (o relativamente nuevos) barrios de las afueras Posadas como ser Itaembé Miní, Itaembé Guazú, Santa Helena o San Isidro, pero también sin importar el lugar de la provincia donde habitaren, aquellos vecinos cuyas viviendas lindan con capueras, malezales, arroyos o baldíos inclusive en las zonas urbanizadas, tienen más posibilidades de padecer la visita de alguna alimaña y tener que correr en busca de ayuda médica. AlacranesSegún datos del Ministerio de Salud Pública de la Nación, hasta la segunda semana de diciembre de 2016 en Misiones se notificaron 101 picaduras de alacranes, una tasa 29% menor a la registrada durante 2015.La cifra más alta se dio en Córdoba con 1.640 casos notificados. ArañasLos mismos registros de la Nación indican que en el mismo período hubo 85 casos informados acerca de picaduras de arácnidos por los centros de salud de Misiones. Nuevamente Córdoba tuvo los registros más altos con 170 incidentes. OfidiosEn el caso de las víboras, en nuestra provincia se informaron de 67 mordeduras, contra las 71 notificadas en 2015. En este apartado, el podio respecto a dolorosos encuentros con reptiles se lo llevó Santiago del Estero, con 174 notificaciones hasta la semana 46 del último año. Programa Animales VenenososEn diálogo con PRIMERA EDICIÓN, el doctor Roberto Stetson, jefe del Programa Animales Venenosos de Salud Pública provincial, hizo una diferenciación entre cuáles de los ofidios y arácnidos son los más peligrosos y cuál es el que produce picaduras más frecuentes. En el caso de las víboras, las que más “accidentes” producen por la cantidad de esta población son las yararás (96%), pero las más peligrosas son la coral (1% de los ataques) y la cascabel (3%). En el caso de las arañas, Stetson explicó que en diferentes grados, todas son venenosas, pero las de importancia médica son tres: la Laxosceles Laeta (araña de rincón, araña de los cuadros o araña de galpón), la Phoneutria Nigriventer (mal llamada araña del banano), y la Latrodectus Mirabilis (Viuda Negra) que no se encuentra en nuestra provincia. En caso que ocurriera una picadura, el doctor explicó que en el caso de los ofidios, en la provincia hay antídotos, y en el caso de las arañas, depende. Si el encuentro ocurrió con una “araña del banano” hay sueros, pero en el caso de la “araña de galpón” se debe recurrir a Brasil en busca de la medicina. Ante la consulta acerca de si las autoridades provinciales realizaron trámites para obtener antídotos, Stetson explicó como ejemplo que el año pasado se hicieron gestiones para conseguir contravenenos ante el contacto con el gusano Lonomia Oblicua mejor conocida como Taturana hemorrágica, pero toda la partida que se llegó a conseguir quedó trabada en la Aduana de Buenos Aires y se vencieron en los depósitos. Por ese motivo, la estrategia actual del Programa de Animales Venenosos, es tener contacto a través de la frontera con los hospitales de Brasil, de manera que a través de una red de traslado se lleve al paciente hacia el hospital brasileño que tenga el antídoto, o bien traerlo hacia Misiones donde se encuentre el paciente. El responsable explicó además que los fallecimientos a causa de la picadura de alguna alimaña no se debió a la falta de antídotos sino a la demora en el diagnóstico de parte de los profesionales, porque “no saben reconocer los síntomas”, hacen la derivación del paciente pero estos llegan ya con un estado de gravedad que no se soluciona con la inoculación del contraveneno. Entre las medidas de prevención para evitar ataques, el doctor Stetson hizo recomendaciones en el caso de arañas y alacranes que suelen habitar en domicilios. Si se van a hacer tareas en el jardín o mover muebles, hacerlo con guantes o protección en los pies con calzado grueso. En el caso de los ofidios, la gente que trabaja en áreas rurales o vive en cercanías de los nuevos asentamientos en las afueras de Posadas, por precaución debe usar botas que protejan la parte baja de la pierna y tener cuidado cuando se mueven troncos o ladrillos, cuando se camina por la maleza, no meter la mano en huecos de árboles o tener precaución al entrar a depósitos, al acercarse a hornos de barro, letrinas y lugares donde pueden ingresar las víboras en busca de roedores. Además, estar atentos a que no haya presencias indeseables en el interior del calzado al momento de ponérselos. Y principalmente, mantener limpia de malezas la zona alrededor de los domicilios.




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