Juan Manuel Cobo, a los 45 minutos de la segunda etapa, marcó el tanto que le dio el triunfo a la formación banfileña. La monumental intervención de Hilario Navarro, quien a dos minutos de comenzado el juego le ganó un mano a mano a Sánchez Miño y la no menos brillante contención de Martín Campaña a un solitario Silva ciento veinte segundos después, le dieron un ritmo vertiginoso al despertar del partido. El ímpetu inicial no halló concordancia con el desarrollo posterior entre un equipo local obligado por su parcialidad a ejercer un rol protagónico que parece no adaptarse a su exacta medida y un "Taladro" que no se apartó en ningún momento de su rigurosidad táctica, pese a que tuvo la virtud de no dejarse arrear por su adversario durante los noventa minutos. Con el tan entusiasta como turbulento Vera en soledad y dependiendo de las grageas de talento de los intermitentes Sánchez Miño y Meza, el "Rey de Copas" se convirtió en demasiado monocorde a la hora de atacar favoreciendo a una granítica zaga visitante, que paulatinamente empezó a tomarle la mano a los previsibles embates del dueño de casa. Manejado por el experimentado Erviti pero sin demasiada compañía en la creación, la visita dependió en la primera porción del match de algún acierto del temperamental delantero uruguayo Silva al momento de acercarse a Campaña. El complemento permitió advertir el desgaste de la propuesta del "Diablo" y una superación evidente en el nivel de juego de la formación de Falcioni, que terminó con una mejor imagen que su oponente y que encontró en la volea del ingresado Cobo tras una serie de rebotes en el área, el justo premio a un excelente planteo diseñado por su veterano entrenador ante un "rojo" inconexo y que sigue sin darle solución a sus crónicos problemas tácticos. La estruendosa silbatina con la que se retiró el dueño de casa que incluyó a su desorientado técnico, dejó en exposición que las dos victorias consecutivas conseguidas por Independiente tras la humillante derrota en el clásico de Avellaneda fueron apenas una brisa de verano, a juzgar por la pálida imagen que logró empequeñecer la fiesta que armó la dirigencia local con motivo del cierre de las obras de su coqueto reducto.RenunciaGabriel Milito anunció esta noche en forma sorpresiva su renuncia a la dirección técnica de Independiente, luego de que el equipo cayera como local por 1 a 0 frente a Banfield. "Quiero informar que a partir este momento dejo de ser el técnico de independiente", afirmó el ex defensor en la conferencia de prensa que ofreció luego del partido, en la que no admitió preguntas."No fue un paso más para mi, a pesar de no lograr los resultados y el funcionamiento del equipo. No pude conseguir lo que pretendía. Después de seis meses siento que es la hora de dar un paso al costado", expresó. El técnico pidió "disculpas a los que tuvieron ilusión" con su llegada: "Me voy con la conciencia tranquila d eque dejamos todo con el cuerpo técnico para lograr los objetivos", añadió en el mismo sentido.Bajo la conducción técnica de Gabriel Milito, considerado uno de los ídolos en el club por su pasado como futbolista, Independiente jugó un total de 19 partidos, en los que obtuvo ocho victorias, seis empates y cinco derrotas. Después del respiro que habían significados las dos victorias consecutivas frente a River y Colón, al errático funcionamiento de Independiente que se pudo ver sobre todo en la segunda etapa del encuentro ante el "Taladro", hicieron renacer la exacerbada hostilidad de parte del público con los jugadores a partir de la categórica derrota en el clásico con Racing tres fechas atrás. Fuente: Agencia de Noticias NA





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