En mayo de 2014 se armó un escándalo en Puerto Rico cuando la Municipalidad comenzó a arrojar basura en una zona contigua a la reserva ecológica de 300 hectáreas conocida como Monte Seguín. En ese momento, desde el Municipio explicaron que sería solamente por unos días. Lejos de eso, según lo pudo constatar PRIMERA EDICIÓN, el lugar ya se ha convertido en un verdadero basural con montañas de basura de todo tipo.Según los carteles puestos en el acceso al predio, el lugar es para depósito exclusivo de residuos de poda y cubiertas para reciclado, sin embargo, pilas de basura de toda clase se extienden por cientos de metros.El “Parque Natural Municipal Monte Seguín” es un predio destinado a la protección de la naturaleza en su estado autóctono, razón principal por la que no prosperó el proyecto de trasladar a ese mismo lugar las instalaciones del Motoclub, por ser considerada una actividad incompatible con la protección de la fauna. Sin embargo, contradictoriamente, la Municipalidad ha permitido que en ese mismo lugar se genere un basural sin control que ha crecido descomunalmente en los últimos años.Amparado en la Ley 2.932 de Áreas Naturales Protegidas, el Municipio sancionó en el año 2009 la Ordenanza 119/09 por medio de la cual se creó el mencionado Parque. Según un relevamiento realizado en la zona por la organización ambientalista Asociación Civil Nativos, en las 300 hectáreas del Área Protegida lindante con Puerto Rico se ha logrado identificar la presencia de 231 especies de aves distribuidas en 52 familias. Esto significa que en el lugar se encuentra representado un 40% de la diversidad de especies de aves existentes en Misiones.Además de numerosas especies de aves, también hay mamíferos, árboles de gran porte, orquídeas terrestres y epífitas, como también plantas frutales y medicinales nativas. Además, cuenta con una gran diversidad de ambientes, la mayoría de ellos en excelente estado de conservación, en tanto otros albergan rastros de los primeros habitantes de la zona, como un antiguo cementerio y restos de lo que fuera uno de los primeros puertos del Alto Paraná.En reiteradas ocasiones varios vecinos denunciaron la quema tanto de cubiertas como de basura en general, principalmente durante la noche, sin embargo, desde el Municipio nunca se brindó ninguna explicación. Ahora que el predio es reconocido popularmente como un basural, no solamente ocurre que muchos vecinos colaboran con el concepto llevando ellos mismos su residuos, sino que también las personas que hacen de la basura su medio de subsistencia, visitan asiduamente el lugar, como suele ocurrir en todos los basurales, a fin de ver si pueden rescatar algo de utilidad. En mayo del 2014, cuando algunas fotos donde se veía que la Municipalidad estaba llevando basura domiciliaria al lugar, se armó un escándalo. Pero pronto los responsables del área municipal salieron a los medios locales a explicar que era una medida de urgencia por unos días: “Por inconvenientes en el depósito de los residuos en la planta de transferencia ubicada en Mbopicuá, ajenos al municipio, y ante los camiones repletos de basura se procedió a descargar los residuos en un segmento del Monte Seguín de manera temporal. Como se lo realiza por unas horas y está alejado del ambiente urbano, esta decisión no perjudica de ninguna manera la salud de la población ni el estado de la Reserva”, habían explicado en ese momento desde el Poder Ejecutivo Municipal. Sin embargo, a casi tres años de ese acontecimiento que se había anunciado como “temporal y por unas horas”, lejos de descartarse la posibilidad de un basural, se lo ha potenciado y confirmado como las imágenes lo demuestran.Fotos: Gentileza Sergio López





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