El objetivo fue brindar conocimientos necesarios para aprender a nadar. En este sentido, “entre los 50 participantes hubo un intercambio positivo, debido a la variedad de franjas etarias”, explicó la directora de Discapacidad de la Municipalidad de Posadas, Martha Guimaraes.El cierre se concretó el miércoles, con una demostración de todo lo aprendido en el ciclo. Además se entregaron premios, remeras y diplomas que avalaron las metas alcanzadas.La funcionaria subrayó que “me siento orgullosa de ver los logros personales de los participantes de este programa. Además vi el compromiso de muchos que venían igual, a pesar de la variación climática del año”.Por otro lado, Matías Blanco, un joven que padece una hipertrofia muscular y formó parte de la actividad, rememoró que “inicié el taller con muchas dudas, además del temor al agua. En el transcurso del taller fui agarrando confianza y, si bien todavía no soy un nadador con amplia destreza, aprendí a sumergirme, dar patadas y brazadas de una punta de la pileta hacia la otra, además de poder caminar sin ningún tipo de dificultad en los segmentos playos de la pileta”.





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