Elba Damos tiene 74 años, sufre de una patología llamada “reuma deformante” y, a causa de la enfermedad, está postrada en su cama. Vive en el barrio Bonito de esta localidad, cercano a las 181 Viviendas, en una casa precaria que no tiene agua potable ni energía eléctrica. Para colmo de males, ella vivía en Posadas y por su condición debió mudarse a la casa de su hijo en Jardín América. Por no hacer el cambio de domicilio, Pami no le entrega más medicamentos.Frente a esta situación, su hijo -que es tarefero y sobrevive haciendo changas- le compra los remedios con mucho esfuerzo, pero es muy difícil conservarlos porque no tienen heladera debido a la falta de luz. El otro gran problema es el agua: el barrio donde viven carece de agua corriente, por lo que se manejan con un pequeño pozo que muchas veces se seca.“Hace unos años mi enfermedad comenzó a avanzar y quedé postrada. Entonces dependo de mi familia para todo”, dijo Elba algo angustiada. Señaló que se siente un poco mejor “cuando mi hijo o mi nuera vienen de trabajar y me llevan al patio, donde tomamos mate. No tengo asistencia, y creo que debería contar con una enfermera por mi imposibilidad de moverme. Si tuviera una silla de ruedas, mis nietos me podrían sacar a pasear”.La mujer lamentó la falta de agua en la casa porque cuando se seca el pozo, la familia tiene que ir a buscar el vital líquido con baldes y tachos de la vertiente que queda a unos 400 metros. Según contó Elba, su hijo solicitó a la Dirección de Acción Social de la Municipalidad de Jardín América que coloquen una canilla pública en el barrio ya que la red pasa por el camino principal pero no sólo no lo hicieron, sino que además recibieron amenazas de que podrían ser desalojados del lugar. Silla de ruedasElba todavía lucha y no se entrega a la enfermedad. Entonces, hace un pedido especial que podría ayudar a mejorar aunque sea un poco su calidad de vida. “Yo estaría muy agradecida si alguna persona de buena voluntad que tenga una silla de ruedas me la pueda donar, así no tengo que estar tanto tiempo en la cama”, señaló.Reconoció que “mi hijo siempre está pendiente de ayudarme; pero tanto él como su esposa tienen muchos chicos que atender y cuidar. Además, comenzó a correr un rumor de que los vecinos podrían ser desalojados y eso nos preocupa porque mi hijo hace quince años que vive en el barrio, éste es un terreno municipal; pero él con su familia construyeron su casita, son personas trabajadoras y todo lo hicieron con mucho sacrificio. Pero siempre digo que hay que salir adelante, a pesar de todos los infortunios”, expresó. Se elevó el pedidoElba recibió la visita del diputado Martín Sereno (Partido Agrario y Social) quien le acercó toda la información al Subsecretario de Atención Primaria de la Salud del Ministerio de Salud Pública, Martín Cesino. El funcionario se comprometió a una inmediata intervención que permita que Elba pueda tener las mínimas condiciones necesarias para vivir dignamente.Por el momento ella pide una silla de ruedas y los medicamentos que necesita diariamente para atravesar su enfermedad.





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