La administración del consorcio Termas de la Selva, integrado por la Municipalidad local y la Cooperativa de Electricidad de Oberá Limitada (Celo), obtuvo precios de proveedores y de insumos hasta tres veces más baratos que los que pagaba el exjefe comunal y actual funcionario provincial Ewaldo Rindfleisch cuando ocupaba la presidencia, y su esposa Nori Eichelt era la administradora del emprendimiento. Lo confirmó a PRIMERA EDICIÓN el intendente obereño, Carlos Fernández, orgulloso por los logros de la gestión actual que por primera vez y desde el mes de julio, consiguió que el parque termal deje de ocasionar pérdidas, como ocurrió en forma sistemática desde su inauguración en 2012. “Hemos promocionado mucho y en los primeros meses del año hemos invertido más de 200 mil pesos por mes y hoy podemos ver el resultado. En julio y agosto emparejamos la ecuación y no tuvimos que poner más plata para que eso funcione”, contó el alcalde. Respecto de los menores costos que le posibilitaron un poco de aire a la administración del consorcio que ahora preside, se mostró cauto respecto de apuntar contra el actual Director de Arquitectura de la provincia, aunque no dudó en admitir el ahorro: “Yo no sé (si se pagaba más caro) por la época o por el proveedor. Nosotros hemos conseguido una grúa muy importante, muy veloz y a muchísimo menor precio que la anterior” admitió, y aseguró que el precio actual del servicio contratado para hacer el mantenimiento de las dos bombas “es tres veces menor que el valor que se pagaba y con optimización de los tiempos”. Es que para sacar las bombas y controlar su funcionamiento, el actual proveedor tardó apenas 22 horas, cuando en la anterior gestión el proceso “tardaba semanas”. Fernández se refirió al cambio que lograron al dejar afuera del proyecto al contratista Pedro San Juan, una firma vinculada a la gestión de Rindfleisch desde el año 2003, cuando arrancó la obra de perforación del acuífero. Vínculos y despilfarro En 2014 los socios de la Celo iniciaron un proceso de recambio que dejó a Rindfleisch alejado del manejo de la cooperativa. En las elecciones sucesivas se impuso la Lista Blanca cuyos integrantes hoy mantienen la conducción. Apenas asumieron en el Consejo de Administración, blanquearon los números y contaron con detalle que la empresa San Juan había cobrado montos millonarios por la perforación de dos pozos para extraer agua del acuífero, pero en el caso del primero, las dimensiones serían menores a las contratadas y pagadas con un subsidio provincial, mientras que el segundo pozo finalmente no se habría terminado. Pese a lo cual, una vez que le sacaron la concesión por incumplimiento, la firma volvió a ser contratada por el consorcio mediante el alquiler de sus equipos para el mantenimiento de las bombas. “Para la segunda perforación al Acuífero Guaraní la empresa había presupuestado y percibido el equivalente en pesos a dólares estadounidenses 410.000” reflejaron en las actas del Consejo, que a partir de la nueva gestión se hicieron públicas. En los mismos documentos figura que la administración que respondía al exintendente y ahora funcionario provincial, pagaban por el alquiler de máquina de perforación el equivalente a dólares estadounidenses 190.000 más IVA”.“Las bombas se quemaban, en promedio, cada seis meses, y el consorcio de la Selva debía pagar entre 120 mil y 200 mil pesos por cada vez que la contratista sacaba las bombas y las reparaba” comentaron entonces. Esto requería un gasto aproximado de entre 800 mil y un millón de pesos anuales sólo para este proveedor, aseguraron desde la Celo cuando se hicieron cargo de la desfinanciada entidad que provee agua y energía a la Capital del Monte y que acumulaba un pasivo de más de 300 millones de pesos. Hoy, el nuevo proveedor hace la misma tarea por la tercera parte de ese presupuesto y la entidad comenzó a ganar dinero.Algunos datos históricosCuando la actual administración dejó de contratar a la firma de Pedro San Juan, ésta le exigió a la Celo el pago de una deuda acumulada de 600 mil pesos y hoy se mantiene en litigio con el consorcio Termas de la Selva.La misma firma puso a dos de sus operarios en planta permanente de la Celo para manejar los equipos. El proyecto se inició en el año 2003 y recibió varios subsidios millonarios del Gobierno provincial para avanzar.La esposa del exintendente, Nori Eichelt, fue coordinadora y administradora del emprendimiento. La actual conducción de la Celo la desplazó del cargo. Cobraba el sueldo más elevado de la escala salarial. Amenazó con hacer un juicio a la entidad y finalmente renunció voluntariamente. Hoy sería nuevamente funcionaria provincial dependiente de la Vicegobernación de Misiones. Apenas asumió Roque Schwemberg, presidente de la Celo, reconoció que el Parque Termal acarreaba en 2015 una pérdida anual de 2 millones de pesos.El presidente del consorcio en la actualidad y alcalde de Oberá, Carlos Fernández, confirmó que desde julio pasado el Parque Termal no da pérdidas.





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