El martes entró en escena y monopolizó el debate en el Palacio de Justicia el arma con el que fue lesionado de gravedad <a href="http://www.primeraedicion.com.ar/nota/234404/luego-de-cinco-anos-y-diez-meses-comenzo-el-debate-oral-por-la-muert.html">Guido Kachuk durante la madrugada del 22 de febrero de 2011</a>. Licenciados en criminalística de la Policía provincial fueron coincidentes en que el proyectil que dañó la arteria ilíaca al adolescente de 17 años partió del revólver 22 largo marca Tala.Pero también fueron detalladas las sospechas e indicios que dieron con quien lo habría gatillado, Ricardo “Chuchi” o “Ricki” Ríos (24), y quien lo acompañaba, Maximiliano Acevedo (24). Integrantes de la Dirección de Homicidios declararon ante el Tribunal Penal 1 y confirmaron que los dos sospechosos del intento de robarle el celular a Kachuk cuando esperaba el colectivo en Lavalle y Chacabuco, eran “conocidos como arrebatadores callejeros”.El primero en brindar precisiones en esta dirección fue el licenciado en Seguridad, Antonio Miguel Comes, de la Dirección de Investigaciones. “Sabíamos que ’Ricki’ (Ríos) y Acevedo caminaban juntos, se conocían bien. ’Ricki’ ofrecía armas tumberas, pero también cometía arrebatos en la zona. Le tenían miedo en el barrio a Ríos porque exhibía sus tatuajes de pistolas y se mostraba violento”, dijo.Comes fue también el primero en asegurar que el revólver fue encontrado debajo de las chapas del techo de una letrina en el segundo procedimiento que se realizó en la vivienda de Ríos, dos días después de la muerte de Kachuk.El exjefe de Investigaciones, Raúl Andrés Borjas, señaló el mismo lugar donde escondió el arma Ríos. Mientas que, el oficial Sergio Daniel Gauto, efectivo de Homicidios, narró las circunstancias de la aprehensión de Ríos: “Lo detuve frente a su casa. Fue difícil porque un grupo de vecinos intentó frenar el procedimiento (…) Ríos era conocido por sus tatuajes y porque ofrecía armas tumberas. Acevedo también, pero por sus presuntas intervenciones en robos de motocicletas. Los dos eran conocidos en el ambiente delictivo”.El licenciado en criminalística Juan Carlos Vázquez, director de Pericias, explicó las pruebas realizadas al proyectil extraído del cuerpo de Kachuk y al arma secuestrada. “El revólver no podía dispararse sólo, era imposible (…) sólo podía percutarse en doble acción por un desperfecto en el mecanismo”. Vázquez observó la autopsia al cadáver de Kachuk. “Ahí escuché decir que la herida era mortal, era una lesión grave”. También manifestó que la herida de bala era visible: “Reconocí el halo de Fisch, la lesión fue en una zona blanda del cuerpo (sector lumbar izquierdo) en la que el proyectil rompe la piel y esta se retrae y vuelve a cerrar el orificio y se genera el hematoma (…) El diámetro del orificio fue de 5,54 milímetros y la herida no produjo sangrado”.Siguió a Vázquez el licenciado Mario César Ruiz Díaz, quien aseguró no haber oído en la morgue comentario referido a que la lesión de Kachuk era “letal y mortal”. Ratificó que el arma funcionaba en doble acción, es decir no podía ser ejecutada sin que el martillo sea retraído de manera manual. Y que por las “estrías del proyectil”, sacado del cuerpo de Kachuk, se pudo confirmar que fue utilizado el revólver calibre 22 largo de Ríos.




Discussion about this post