En un juicio abreviado, un changarín de 54 años confesó que abusó de su propia nieta cuando la cuidaba en su casa de Aristóbulo del Valle. Pero no sólo eso, sino que además aseguró que la amenazó con lastimarla a ella o a su madre, si contaba el aberrante hecho.A un año de lo ocurrido, el acusado arribó al Tribunal Penal de Oberá y se declaró culpable del delito de “abuso sexual con acceso carnal agravado por el vínculo”, artículo 119, inciso “B” del Código Penal, y aceptó la condena de trece años de prisión efectiva. Tras conocerse el acuerdo entre la Fiscalía y la defensa, el depravado fue esposado y trasladado a la Unidad Penal II, donde purgará la pena. Golpes y abusosEl martes 24 de noviembre de 2015, la víctima de apenas siete años llegó al inmueble de su abuelo de la mano de su madre, quien la dejaría, solamente, por unas horas para asistir al trabajo. La mujer le explicó a su padre que necesitaba que cuide a su hijita. Es que no tenía a nadie de confianza y pensó en el abuelo. Ni bien se retiró de la propiedad, el infierno comenzó para la pequeña.Según relató el propio sujeto, llevó a la menor al sector de la cocina. Allí la manoseó, la golpeó y finalmente la violó en reiteradas oportunidades. El espanto se apoderó por completo del rostro de la niña, quien cayó al suelo envuelta en llanto. Mientras su abuelo, quien debía cuidarla, la amenazó con lastimarla mucho más si contaba a la madre lo que había ocurrido.La madre llegó poco después y la menor se fue en silencio. Así fueron varios días, pero el amargo secreto se develaría pronto. Es que las actitudes de la niña habían cambiado y fue la mujer quien lo notó. Se acercó a su hija y le preguntó qué le ocurría: los ojos de la menor se nublaron y entre lágrimas contó todo lo que soportó la tarde del martes 24. Tras conocer lo ocurrido la madre de la víctima radicó la denuncia en la Comisaría de la Mujer y ese mismo día fue arrestado el changarín.El sujeto fue esposado y trasladado a la dependencia policial.Finalmente, un año después del brutal episodio, el hombre admitió los hechos y aceptó la condena establecida por la Justicia. Un caso similarOtro changarín de 53 años firmó un juicio abreviado en el Tribunal Penal de Oberá por el delito de “abuso sexual con acceso carnal calificado”.El depravado se declaró culpable de abusar de su hijastra, cuando la niña tenía tan sólo diez años. Por el delito, la Justicia lo condenó a una pena de diez años de prisión efectiva. Durante la instrucción, se constató que los hechos ocurrieron a mediados de 2015. Sin embargo, no se pudo determinar con exactitud la fecha.Lo que sí se estableció es que el sujeto aprovechó que su hijastra estaba sola en la casa que compartía junto a su concubina, en Aristóbulo del Valle. Es que poco antes, la madre de la pequeña se había retirado rumbo al trabajo.Aprovechando la situación, el hombre la presionó a quitarse la ropa. Bajo amenazas y golpes, la obligó a que le practique sexo oral. Horas más tarde, cuando la mujer arribó a la vivienda, la menor contó todo lo ocurrido. La madre no dudó y radicó la denuncia en la comisaría. Finalmente, tras confesar lo ocurrido, el reo fue trasladado a un calabozo de la Unidad Penal Dos de Oberá, donde cumplirá con la condena.





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