Las canciones despiertan en las personas sus más profundos sentimientos, en algunos casos descubren esos recuerdos que pensaban olvidados, incluso en sus melodías se reflejan aquellos amores inconclusos cuyas palabras se encuentran atravesadas en la garganta sin poderlas expresar o confesarlas a quien corresponda.Tal vez, aquellos autores han experimentado las mismas vivencias que sus oyentes y estos se sentirán identificado con cada una de esas palabras que salen de su voz.Ellas contagian una necesaria tristeza, un consuelo o desatan momentos de alegrías que se podrán disfrutar en algún encuentro con amigos o en familia.No hay noche más romántica entre dos personas del que nace de una agradable música de fondo que servirá de inspiración para crear un ambiente propicio para el amor o bien, una agradable sobre mesa familiar que nos permita profundizar ese grandioso vinculo dentro del hogar. Ocasionalmente, la persona adoptará en las letras de una canción alguna frase o simplemente su melodía serán como un consejo que los ayudarán a sobreponerse, momentáneamente, de alguna situación que vivieron o que se encuentran inmersos. En este sentido, el arte tiene distintas maneras de expresarse, pero creo, que no hay ninguna forma más directa de llegar sino a través de una canción que relate alguna historia o que manifieste alguna realidad. Las canciones siempre abrirán las puertas de aquellos recuerdos que se encontraban arraigados profundamente y nos llevarán a través de sus melodías a contemplar aquellas escenas que volverán a la vida una y otra vez. Lo increíble de una canción están en esas frases que no se pueden expresar en la vida cotidiana, pero mientras se las escucha eran justas lo que se deseaban decir y expresarlas en su momento y las encontramos en aquellas canciones que muchas veces se convertirán en una saludable compañía.Días atrás participé de un festival de música que contó con la presencia de más de treinta bandas de distintos géneros, cada una de ellas tenían un público propio que los acompañaban cada uno de los artistas.Las canciones transmitían sentimientos de rebeldía, amor, recuerdos o simplemente una alegría que se podía ver en los rostros y lagrimas de quienes las escuchaban, mientras cantaban y saltaban mientras disfrutaban ese momento junto al músico que exteriorizaba todo aquello que sólo puede decirse a través de un mensaje adornado de melodías y cargadas de significados. A esto se sumaban las remeras y las banderas donde se plasmaban los nombres, las frases o los rostros de sus ídolos que interactuaban con sus fans y les brindaban lo mejor de su repertorio para el delirio que invadía ese momento. A veces pienso que las canciones se parecen a las personas, porque cada una tiene un alma que llega al que lo escucha y lo transforma para que pueda entender la realidad o simplemente se convierte en el sabio consejo de un amigo. Días atrás, la academia sueca otorgó el premio Nobel de literatura al músico estadounidense Bob Dylan, una distinción que generó mucha polémica entre los personajes del mundo de la literatura, es difícil desglosar las letras de Dylan de su música, pero sin dudas el compositor tuvo una notable influencia a través de sus canciones que generaron una nueva expresión poética en los últimos tiempos, como lo expresaron las autoridades encargadas de entregar tal distinción. Es por ello, que la música va más allá de la fusión entre melodías y palabras, sino, es la mayor expresión del alma que trasforma nuestros estados de ánimo y nos brinda una necesaria compañía que nos resguarda del silencio. PorRaúl Saucedo [email protected]





Discussion about this post