Las mujeres somos más libres ante los cánones normativos para hacer nuestros razonamientos; no tenemos problemas en decir: “si una ley es injusta pues la cambiamos”. Esto no significa que vayamos por la vida infringiendo leyes al contrario, las mujeres tendemos a considerar que lo legal no está completamente terminado. Somos conscientes de que la vida es cambio y eso no es un problema.Al igual que consideramos que el mundo tal como lo habitamos, es hechura nuestra, y si lo hemos hecho, lo podemos deshacer y rehacer.Por otra parte, lo femenino también aparece asociado en el imaginario cultural a la madre tierra que señala pacientemente cada detalle del cuidado de la vida.La que no deja de advertirnos de que todo lo que le ocurra, a la tierra le ocurrirá a los hijos de la tierra, que el hombre no tejió la trama de la vida: que él es solo un hilo de esa trama y que lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo.La sabiduría para la realización del bien y la justicia que susurra en los oídos del caminante a donde debe dirigir sus pasos tiene, después todo, nombre de mujer. HaikuFirme obsesiónno siempre llegaráspero lo intentas.ColaboraAurora Bitó[email protected]





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