Seguramente han oído hablar de la palabra TOC en los últimos años, pero detrás de éstas simpáticas siglas, ¿qué experimentan las personas con Trastorno Obsesivo Compulsivo? Podríamos dedicarnos extensamente a hablar sobre dicho trastorno ya que mucho se ha ocupado la ciencia a su estudio; y por fortuna, en la campo de la Psicoterapia, con buenos resultados de efectividad para su tratamiento específico. Aquí dedicamos unos párrafos a saber de qué se trata. Para entender simplificada y gráficamente el TOC, conviene señalar “elementos” que lo componen, estos son: obsesiones, compulsiones y evitación pasiva. Las obsesiones se presentan en la forma de pensamientos, imágenes o impulsos repetitivos e intrusivos (no voluntarios); que son desagradables para la persona que los experimenta. Por lo tanto, al hacer su aparición, las obsesiones provocan altos niveles de malestar frecuente y sostenido, pues suelen ser de un tenor bizarro, catastrófico, o chocante moralmente.Es en este momento que entran en escenas las compulsiones, que pueden ser verbales (no son observables por terceros, sino que están en la mente de la persona) como repetirse una frase u oración, o pensar en una imagen agradable; o motores (son conductas y son observables por los demás) como por ejemplo lavarse las manos, tocar X cantidad de veces un objeto u ordenar simétricamente. La función de las mismas es la de interrumpir o aminorar el malestar causado por las obsesiones, y en la mayoría de los casos lo logran; el problema lo tiene la persona al mediano y largo plazo cuando no logra dejar de realizar compulsiones y aumentarlas, en pos de mantener a raya el malestar causado por las obsesiones que no cesan. En consonancia, la persona también hace otro intento de no padecer obsesiones y por ende tener que entregarse sin remedio a sus comportamientos compulsivos: evitar contacto con toda situación, objeto, persona, u otro que sea gatillante probable de todo el circuito obsesivo-compulsivo; ya que éste suele aparecer evocado por alguna clave lo activa. A éste último intento se le denomina “evitación pasiva”. Aquí los que se vaya a evitar será muy variable, de acuerdo a las obsesiones concretas de que la persona presente, lo que va en relación a su “subtipo de TOC”.Como vemos, la persona que padece de obsesiones, podría llegar a verse en gran medida “diseñando su vida” y cotidianeidad, de modo de mantener a raya el malestar que generan. Este patrón casi siempre se vuelve muy limitante para las personas si no es abordado a tiempo, con el dispositivo adecuado. Dentro de la corriente cognitiva conductual de psicoterapia, el protocolo de “Exposición y Prevención de Respuesta” ha demostrado altos niveles de efectividad para rehabilitarse de ésta condición que aqueja a muchos pacientes.ColaboraLic. Anahi SanchezGil [email protected]*Departamento de Psicoterapiade la Fundación INECO.





Discussion about this post