Al igual de lo que sucede en distintas ciudades del país y del mundo, a Candelaria pareciera que le llegó la hora de adaptarse a las nuevas normativas, salir del letargo y ponerse en sintonía con los derechos y responsabilidades que demanda la sociedad actual. Al menos eso se desprende de las expresiones del alcalde, Daniel Luna, quien a poco menos de un año de gestión, puso el foco en la necesidad de avanzar en lo inmediato en el proyecto de Código de Convivencia Urbana que le permita ordenar a Candelaria, donde, según sus propias expresiones, y a modo de ejemplo, señaló que “hasta ahora era normal que la gente salga con su botella de alcohol, su conservadora y se detenga a beber en cualquier lugar de la vía pública, en la plaza, la costanera o en la playa. Eso debemos cambiar sí o sí”.“Todo tiene que ver con todo” ó “En cada cosa hay una porción del todo”, diría el filósofo griego Anaxágoras, de allí que hablar exclusivamente de controles de tránsito, consumo y venta de bebidas alcohólicas, ruidos molestos en la vía pública, conllevan a un sitio en común: la convivencia urbana. Es por eso que Luna apuntó que “es una prioridad para nosotros presentar el Código de Convivencia Urbana de Candelaria con el objetivo que la venta de bebidas alcohólicas, en especial en la parte de nocturnidad, esté regulada. También está relacionado eso con el tránsito de vehículos, la seguridad, el no poder manejar en estado de ebriedad, vinculado a los ruidos molestos…”.El intendente explicó que “hay una cierta cantidad de cuestiones que tienen que ver con la Dirección de Tránsito y que al no existir una normativa, ésta no puede hacer algunos controles que son claves para ir ordenándonos”. También remarcó que “el uso de los espacios públicos se regulará a partir de esta ordenanza de convivencia. Se limitará, por ejemplo, para que las personas que quieran tomar bebida alcohólica o disfrutar de cualquier evento lo puedan hacer en los lugares adecuados, en restaurantes, bares, boliches bailables, que estén habilitados, pero no haciendo uso de esa libertad que tenían antes de tomar bebidas alcohólicas en cualquier lugar de la vía pública”.InexistenteEl alcalde de Candelaria recordó que cuando asumió el cargo en diciembre último, se encontró con una Dirección de Tránsito desmembrada. “Tuvimos que conformar un cuerpo, por ahora con cuatro inspectores y estamos haciendo controles de tránsito a vehículos y su documentación. Así nos encontramos con muchas motos que circulan en forma irregular. No estamos haciendo controles de alcoholemia porque no contamos con los elementos necesario pero nos respaldamos en procedimientos que realiza la Policía de Misiones, a través de la Dirección de Tránsito, a los que hemos convocado en varias oportunidades y vienen, traen el alcoholímetro, personal y hacen operativos en conjunto con nuestro personal de la municipalidad”. Más adelante, Luna dijo que “en el ordenamiento que queremos darle a la comunidad, con la nueva ordenanza tributaria se presentará al Concejo Deliberante una nueva escala de multas, allí habrá algunas que se bajan y otras que se incrementarán, porque tenemos que ser coherentes con la Ley Nacional de Tránsito y con otras ciudades de la zona, como Posadas y Garupá. No podemos estar desfasados y las sanciones deberán ser las que correspondan”.Las faltas más comunesA partir de la implementación de los controles empezaron a surgir las faltas más recurrentes en Candelaria y entre ellas se destacan los ruidos molestos, motos con escapes libres, velocidad inadecuada, conductores sin casco y la falta de documentación obligatoria para circular. “Otro dato llamativo es que los autos se estacionan en diferentes lugares y colocan el nivel de volumen excesivamente alto de sus equipos de audio. Eso también tenemos que regular a través del proyecto que lo estamos elaborando junto a la jueza de faltas y la colaboración de toda el área jurídica de la comuna. Vamos a tener el acompañamiento del Concejo Deliberante en este proyecto que es necesario sacarlo lo antes posible porque se viene el verano y es allí donde se acentúan estas conductas que queremos regular”. Vale resaltar que el Concejo Deliberante de Candelaria ya trató un proyecto de “Alcohol Cero” para los conductores pero no fue aprobado, principalmente por las carencias enumeradas anteriormente para llevar adelante los controles es por ello que actualmente el municipio se maneja con la Ley Nacional de Tránsito.Otras de las previsiones que deben hacerse cuando se ajustan los controles de tránsito es el espacio físico con el que hay que contar en el caso de la incautación de un vehículo. “La orden que bajamos a los inspectores es que secuestren las motos en casos extremos, cuando el propietario no puede demostrar la titularidad del bien, por ejemplo. Si el propietario es de la zona, se le dará tiempo para que vaya a su casa y traiga la documentación que demuestre que es el titular. Se le hará la multa por la infracción correspondiente pero el rodado será liberado. La idea es que si una persona comete una infracción sea sancionada pero que no se le incaute el bien porque queremos que la propiedad privada sea preservada. Aparte no contamos con lugares seguros y aptos para el cuidado del bien incautado. Hay muchos autos y motos incautados de la gestión anterior y están acumulados en el predio de la comisaría local. Hoy, la municipalidad no dispone de un predio adecuado para ello”, reconoció.También anticipó Luna que “vamos a trabajar con Unidades Fiscales para que no haya desactualización en toda la ordenanza tributaria del municipio. Hemos tenido desde diciembre a la fecha una inflación del 30 al 40%. Lo que debe destacarse es que hay posibilidades de hacer quitas importantes para quienes fueron multados, pueden hacer cursos de seguridad y manejo o pagar cumpliendo tareas comunitarias”.





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