Por su amplia trayectoria de trabajo en el campo de las ciencias de la salud, particularmente a las cuestiones vinculadas a la donación de órganos, tejidos, sangre y transplantología en el país, el médico Carlos Alberto Soratti recibió el diploma de Doctor Honoris Causa por parte de la Universidad Nacional de Misiones (Unam). Fue condecorado este lunes en la sala de sesiones del Consejo Superior en el Campus Universitario, en una ceremonia que contó con la presencia del rector de esa casa de estudios, Javier Gortari; el vicerrector, Fernando Kramer, y el director del Cucaimis, Richard Malan, entre otros.Soratti es un reconocido facultativo que se desempeñó como presidente del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación y Transplante (Incucai) durante dos períodos. La propuesta elevada al Consejo Superior de la universidad fue aprobada en la quinta sesión ordinaria por Resolución 063/16. “Siento un gran honor, y la necesidad de agradecer éste generoso gesto, tan valioso, tan jerarquizado, en la vida de cualquiera, y particularmente en la mía. Entiendo que éste es un reconocimiento que debo aceptar y recoger pero lo hago en nombre de muchos profesionales, técnicos, administrativos, auxiliares, informáticos, miles, que a lo largo y ancho del país fueron los constructores de un sistema nacional de donación y trasplantes que posicionó a la Argentina en lugares de liderazgo regional”, dijo, luego que Gortari le entregara el diploma. Acotó que la distinción “no está dirigida tanto a las personas sino lo que representa en la transformación de la realidad, las experiencias que uno tuvo el privilegio de vivir a lo largo de estos años. La temática de donación y trasplante fue una experiencia muy rica que nos enorgullece como argentinos, como profesionales, valió mucho la pena, y por eso el valor que se atribuye”.Celebró que “las leyendas y fantasías urbanas” que giraban en torno a la donación de órganos ya no existan. “Son cada vez menos. Creo que hay un mensaje del Estado en general que las cosas se hacen bien, que se hacen con mucho respeto hacia las personas, que las cosas se hacen con mucho protagonismo de los propios pacientes, que hay una garantía de trazabilidad y de tratamiento correcto. Además se trabaja con la calidad, para que el trasplante realmente resuelva un problema. No solo hay que hacer muchas cosas, hay que hacerlas bien. En ese sentido creo que se avanzó mucho y eso genera confianza”.Nacido en Santa Fe, recordó que <a href="http://sintra.incucai.gov.ar/">la web del Incucai</a> actualiza a cada hora el número de donantes, se puede ver la lista de espera, en qué provincia se generaron los donantes, dónde se trasplantó, demostrando la transparencia de los actos. Sostuvo que Misiones es una provincia que mejoró en organización, en la generación de donantes de órganos y de tejidos. “Avanzó mucho en trasplante renal, en preparar las cosas para el trasplante de células progenitoras hematopoyéticas, bancos de tejidos. Es de las que impulsan una media nacional alta en ese sentido”, subrayó.Explicó que el trasplante renal es el más frecuente en el mundo. Es que la insuficiencia renal tiene un tratamiento sustitutivo que es la diálisis, entonces el paciente con fallo renal puede sobrevivir mucho tiempo a diferencia de un fallo hepático, cardíaco, pulmonar, donde la lista de espera es más corta porque el compromiso para la vida es mayor. “Creemos que se debería hacer muchos más de los que se hace aunque se avanzó bastante. Seguramente con los años se seguirá avanzando para que no haya tanto tiempo de espera en la lista”. El flamante Doctor Honoris Causa lamentó que “trabajamos dos años en la elaboración de un plan estratégico y nos hubiera gustado que fuera tenido en cuenta pero la sensación que no fue así. Aspiro y espero que tengan continuidad estos desarrollos favorables, la realidad dirá después cómo fueron. Nos gustaría que este aprendizaje que hicimos como parte del Estado sea útil, y que los equipos que vengan tomen del aprendizaje para seguir adelante aunque uno no esté más”.TransparenciaVinculado a la actividad desde hace más de 20 años, explicó que la complejidad del trasplante, lo costoso y la actitud positiva de la sociedad hacen posible concretarlos. “Por eso tiene también un resbalón muy frecuente, que es echarle la culpa a la sociedad. No hay trasplante porque no hay órganos porque la gente no dona. Y es otro de los aprendizajes muy fuertes y desafíos para las políticas públicas y los sistemas de salud. La actitud de la población no es responsabilidad de la población. Es responsabilidad de lo que nosotros como Estado proponemos a la población. La actitud positiva se construye. La confianza de la población se construye desde el Estado. No cae del cielo, no es espontánea. Espontánea es la actitud solidaria, nadie la pone en cuestión”, dijo. “Muchas veces se pregunta al director del hospital qué pasa que no hay donantes. La respuesta es: la gente no dona. Es fácil. Uno saca la pelota fuera de la cancha, y la responsabilidad la tiene la gente. O destacados personajes públicos que proponen que hay que hacer campaña, que hay que enseñar a la gente, ir a las escuelas, y aprendimos que no es que no importe la actitud de la sociedad, pero es responsabilidad nuestra como sistema de salud generar esa confianza. Tener un sistema de registro minucioso pero transparente, es la mejor campaña; un sistema de registro e información donde participen todos los actores, trasplantólogos y también el paciente, que tenga una clave de acceso y pueda mirarse, eso construye confianza”, sentenció.




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