Hace una semana, la Subsecretaría de Gestión Estratégica del ministerio de Turismo de Misiones a cargo de Marcelo Surraco presentó nuevamente al Instituto de Fomento Agrícola Industrial (Ifai) el proyecto de reflotación del barco Mixto Ramos Mejía y el barco Motor Roque Sáenz Peña, popularmente nombrados como "los ferries".Los fondos para su reparación y reflote, previstos para antes de que termine octubre, van a salir precisamente de la cuenta “Atractivos Turísticos” que el Ifai administra fiduciariamente.En ese sentido el titular del Instituto de Fomento Agropecuario e Industrial (Ifai), Ricardo Maciel, explicó que se “está cumplimentando con la parte administrativa que le compete, ya que los fondos que serán dispuestos provienen de la cuenta especial de fondos eventos de apoyo y promoción al turismo misionero, creado con el objeto de fomentar y promocionar el desarrollo turístico de la Provincia, a través de eventos culturales, musicales y deportivos, entre otros”, detalló Maciel.Expresó el funcionario sobre los ferrys: “La decisión política que hacía falta para que los restauren y pongan a flote a los sumergidos barcos ya está tomada”. Ambos funcionarios coincidieron en manifestar a PRIMERA EDICIÓN que “como máximo a fínes de éste mes” se van a comenzar con las acciones y el plan de trabajo autorizado.“Hoy el expediente está en trámite y según nuestros cálculos en no más de 30 días los expertos van a estar trabajando dentro de los ferrys para su reparación y reflote”, agregó Surraco a la vez que detallo: “La Administración de infraestructuras ferroviarias (Adife) también está informada respecto de los trabajos a realizar, ya que la entidad en carácter de dueña de los barcos y quien había cedido a la provincia su administración había elevado un pedido de informe acerca del estado de los barcos.“En el convenio con Adife -dijo Surraco, “también estaba contemplado en el artículo 4 que la Provincia se debía hacer cargo, en carácter de administradora de su cuidado, reparación y mantenimiento, algo que vamos a poder cumplir ahora”, aclaró el funcionario. Algunos tropiezosEn el primer trimestre del año, a poco de asumir la nueva administración gubernamental de la provincia, tras la consulta de este Diario acerca de cómo se iba a proceder con las olvidadas embarcaciones, Surraco había informado sobre la decisión de devolverles su “buen estado original”, pero que, sin embargo, los trabajos se fueron demorando a causa de la falta de fondos porque el dinero que se manejaba en las arcas del Estado se debió utilizar para resolver otras problemáticas, como por ejemplo la emergencia epidemiológica a causa del Dengue y luego por la desfavorable situación macroeconómica del país, que causó casi un nulo derrame en el sector del Turismo. Una larga y legítima luchaEste martes 18 de octubre las embarcaciones están de aniversario. Cumplen 103 años de aquel primer día de haber surcado el río Paraná. Mucho contó, acerca de esto, Analía Colazo quien en los últimos años fue un símbolo de lucha para que salven a los ferrobarcos. Pese a que espera, y todavía no celebra nada hasta tanto no se cumplan las promesas formuladas muchas veces, Colazo afirmó que seguirá su batalla hasta ver cumplidos los objetivos de lograr la preservación de estas piezas únicas en el mundo, declaradas monumentos históricos en el 2003. De hecho, a mitad de la semana pasada, Colazo volvió a recorrer las instalaciones donde se encuentran los buques y señaló que su “estado es cada vez más deplorable. Muchas veces alerté sobre la situación y nunca se me escuchó. Pasaron cosas evitables, y ahora no sé si creer que los van a reparar. Espero que sí, lo quiero ver”, señaló en contacto telefónico con este Diario. AbandonoEn junio de 2013, desde la Secretaría de Gestión Estratégica se anunció que por seguridad sería trasladado al nuevo puerto de Posadas, ubicado en Nemesio Parma, junto a su compañero de navegación donde se iniciarían las obras de restauración. Una vez terminado el trabajo serían fondeados en la Bahía El Brete y se transformarían en museo y en restaurante. Sin embargo, aislados y lejos de la vista de la sociedad, el proceso de abandono y deterioro se agudizó, donde fueron saqueados, abandonados y en este año casi se produjo un hundimiento definitivo. Tres años después la Provincia aseguró a PRIMERA EDICIÓN que comienza -por fin- otro proceso: su reparación y acciones de puesta en valor.





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