Como una utopía “Tierra sin mal” se enfrenta con el deseo de vivir en paz y el desafío constante de recordar momentos nefastos de la historia argentina. El sábado pasado brindaron una función en el Galpón de la Murga de la Estación, bajo la dirección de la docente y actriz Cristina Solís.En una charla con PRIMERA EDICIÓN contó su experiencia desde la docencia y el anhelo de poder llevar la obra a competir en el Festival Provincial de Teatro, incluso apuesta a un trabajo serio con los 20 integrantes que se suman a una puesta realmente excelente en lo escénico teatral y de la danza. Acompañan desde su lugar a la gente de danza que persigue el deseo de concretar una Ley Provincial de Danzas y la Ley Nacional de Danzas.“Vivimos una experiencia muy linda en la Biblioteca Popular en el Ciclo de Danza organizado por los gestores de la futura ley. Era un lugar pequeño donde el contacto con el público fue realmente impresionante. Allí experimentamos el código del objeto y el valor ya que ese era el eje central de una obra muy fuerte adaptada para ese lugar. Trabajamos con una tela que le tapaba el cuerpo a los actores y solo se le veía la cabeza”, contó Cristina Solís sobre la experiencia de ofrecer una misma obra adaptándola a distintos espacios.Sobre ese trabajo del teatro y la danza contó que desde hace un buen tiempo viene trabajando con el teatro en el cuerpo y en la palabra, “esa es un poco mi búsqueda personal, y también es lo que vengo trabajando con mis alumnos. A lo que se le suma la posibilidad de salir a la calle a mostrar lo que hacemos. Y entonces mi experiencia en la calle es un aprendizaje constante, porque te encontrás con que la voz se pierde por los ruidos naturales y es muy difícil sostener la voz”, contó esta docente que dicta la materia de Intervenciones Urbanas en la Tecnicatura Superior de Teatro de la Provincia (Tesea). La diversidad de públicoAdemás del desafío que implica trabajar en espacios públicos y abiertos, también destaca la posibilidad de trabajar ante un público distinto en cada puesta en escena, “es necesario entender que el público no va a verte a vos y tenes que llevarlo a que te vea primero y principal. Porque esa gente fue a una plaza o a una feria y no a ver la obra. Entonces el trabajo es aún mayor y más comprometido. Incluso en un teatro el público paga su entrada y va a ver puntualmente ese espectáculo, eso hace mucho a la diferencia de cómo uno debe pararse ante la energía”.“Desde que comencé a trabajar sentí que éste es un grupo muy interesante. Primero porque ese trabajo que realizaron con los profesores que es acumulativo se notó y la construcción de los personajes es mucho más sencilla. Habla muy bien de la docencia de la escuela”, reflexionó la actriz y docente al destacar el trabajo de sus colegas y alumnos.Sobre el TeseaSolís hizo un llamado a la reflexión y Valoración de la tecnicatura, “la provincia de Misiones sólo tiene una escuela de teatro y es necesario preservarla. Todas las provincias tienen una escuela de arte ¿por qué no tendría que tener Misiones una?. Lo que sí estamos trabajando en condiciones muy malas porque no contamos con un espacio propio de trabajo, necesitamos un lugar con luces donde poder trabajar y con pisos cómodos de madera”, explicó al destacar la necesidad de un espacio físico propio.Actualmente trabajan en el gimnasio de la Escuela Normal 10, que gentilmente cedió su espacio. “Se hace difícil pero podrían pensar en una inversión importante para el arte, hoy día todas las provincias tienen sus escuelas provinciales porque desde hace un tiempo se modificó la escuela nacional que pasó a ser provincial. Creo que hicimos un gasto enorme en formar esta escuela y es una picardía que no haya una continuidad”, enfatizó a modo de llamado de atención a las autoridades.Pasión por el trabajoCristina Solís se muestra como una docente apasionada, al igual que todo aquel docente que imprime sus conocimientos artísticos sobre las personas. “La docencia es un modo de vida que elegí hace muchos años, sólo que ahora me genera inquietud trabajar sobre cimientos que están tan inestables. Por eso hablo de la necesidad de preservar la escuela y brindarle la importancia que se merece”, enfatizó.Abocada a la docencia Cristina se impulsa en crecer y seguir proyectando sus conocimientos en cada uno de los alumnos, se siente satisfecha con los objetivos logrados y se mantiene segura de las convicciones que la llevaron por el camino del arte. Ahora redoblo la apuesta y desea llevar la obra al provincial de teatro, hacerla recorrer distintos espacios de la provincia y que sus alumnos sean pagos como profesionales.





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