Los datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sobre la pobreza en nuestro país volvió a abrir el debate. “La situación es crítica”, coincidieron varios actores sociales, quienes se mostraron muy preocupados por los datos revelados por el Gobierno nacional, que indican que el 40% de la población del Noreste Argentino (NEA) no tienen cubiertas las necesidades básicas para vivir. Todos los consultados por este Diario expresaron su satisfacción porque otra vez se conocen los índices reales de cuántos pobres hay en el país, ya que la última vez que el Indec difundió datos estadísticos fue en 2013, cuando la expresidente Cristina Fernández de Kirchner expresó que sólo el 5% de la población argentina era pobre. PRIMERA EDICIÓN entrevistó a varios referentes sociales y políticos, quienes destacaron que “la pobreza es una realidad que no se puede negar y que hay que enfrentarla e ir pensando medidas para erradicarla”. El sacerdote y vicepresidente de Cáritas en la diócesis de Posadas, Alberto Barros, expresó a este Diario que “durante muchos años se intentó ocultar a los pobres, ya que ni siquiera formaban parte de las estadísticas, por eso valoro el trabajo realizado por el Observatorio para la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, que en los últimos años se encargó de decirnos cuántos pobres había en nuestro país, y que de manera constante fue atacada, ninguneada y hasta fueron calumniados cuando solamente estaban diciendo o mostrando la realidad, tras muchísimos años en que se negó la pobreza”. “Las políticas implementadas por el Gobierno anterior fueron formas de no mostrar a los pobres, de intentar esconderlos, por eso me parece muy positivo poder conocer las estadísticas. En los últimos años se trató de suavizar la pobreza e indigencia con planes sociales, pero eso se transformó en un clientelismo muy complicado de salir y de superar, porque la política usa a los beneficiarios de los planes sociales pensando en ganar las elecciones”, aseguró Barros. Además dijo que “es doloroso conocer estas estadísticas porque son números que hablan de personas. No obstante, la parte buena es que se puede individualizar si son niños, adultos, ancianos e incluso si hay familias enteras que son indigentes. Pensar que la mitad de los niños en Argentina son pobres es terrible y triste porque ellos son nuestro futuro, pero es una realidad que debemos aceptar y sobre todo erradicar para que ese nene no se sienta excluido del sistema”. “Se necesita un giro cultural para el desarrollo de una mejor calidad de vida, y es una gran oportunidad para que los actores de la política, empresarios y gremialistas, quienes son los que toman grandes decisiones, se pongan de acuerdo y consensúen políticas de Estado. Es una gran chance para convertirnos en una nación muy importante”, manifestó el titular de la Sagrada Familia y referente de Cáritas. “Lo más inmediato es que el Estado tiene que empezar a buscar ya las formas para salir de esta situación, ya sea fortaleciendo los comedores, asegurando y garantizando los alimentos en los barrios que están faltando. Además de pensar en alternativas para que los jóvenes puedan acceder a trabajos seguros, dignos y, por supuesto, que tengan la posibilidad de reinsertarse en la educación todos aquellos que están fuera del sistema”, finalizó. Organizaciones socialesEn nuestra provincia existen varias organizaciones sociales inmersas en la temática. Pero también muchas de ellas insisten en solicitar ayuda alimentaria para sus integrantes por la falta de recursos económicos. Entre estas últimas, se encuentra la Corriente Clasista y Combativa (CCC). El referente de este sector, Felipe Mazacote, expresó que hace muchos años vienen diciendo lo mismo que informó el Gobierno actual, al que culpó de conocer las estadísticas y que no hizo nada por mejorar la situación de los pobres. “Los reclamos constantes de la CCC son puestos de trabajo y bolsas de mercadería. La gente en los barrios tiene hambre, no tienen trabajo porque la mayoría son obreros de la construcción y éste sector está paralizado”, dijo. En la CCC hay más de mil familias agrupadas, pero no es la única organización que nuclea a personas en situación de pobreza. Hace unas semanas, este Diario dialogó con la profesora de la Facultad de Humanidades, Beatriz Curtino, quien lleva adelante una serie de encuentros con la pobreza como eje central, un proyecto que surgió por la falta de estadísticas a nivel nacional. Curtino explicó que con esos encuentros se busca “mostrar qué permite medir la estadística y qué no”. “Los porcentajes en sí tienen sus limitaciones, la sociedad cree que los números que se arroja en cada estadística es la fotografía exacta y en realidad lo que hace es mostrar una partecita de ese fenómeno, sobre todos aquellos números que se vienen manejando en la pobreza”, había expresado.





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