La fabricación de sus propios materiales didácticos nació como una respuesta ante la dificultad de acceso a los mismos para poder utilizarlos en el Centro de Salud y Aprendizajes “Barrilete” de esta ciudad. Uno de los principales desafíos con los que se encontraron los profesionales que integran el equipo de “Barrilete”, los psicólogos Romina Graef y Raúl Jardín, la psicopedagoga Daiana Heck y la nutricionista Lorena Lochner, fue con la ausencia casi total de materiales didácticos indispensables para el proyecto. Pero eso no los desanimó, sino todo lo contrario, se pusieron ellos mismos a fabricar de modo artesanal los materiales que necesitaban para ofrecer el servicio necesario para distintas patologías.Según indicó Romina, “tal vez puedan parecer juguetes normales, pero tienen un fin terapéutico y didáctico para el desarrollo de tratamientos específicos como el autismo, el lenguaje de señas y otros”.De su lado, Raúl agregó: “Son materiales terapéuticos didácticos para el trabajo profesional y las familias, enfocado a la estimulación y la discapacidad. Por ejemplo se tratan emociones, pictogramas, motricidad, TEA, etc”.Estos “juguetes” tan novedosos han generado una muy positiva aceptación en toda la zona, tanto que desde el centro están compartiendo sus ideas con las familias que los soliciten, como también con colegas e instituciones. De hecho por estos días se encuentran preparando varios materiales para cumplir con un pedido realizado por la Escuela Especial de la localidad de Capioví. Un año de trayectoria El centro “Barrilete” nació en 2015 con el desafío de cuatro jóvenes profesionales que coincidían en la idea de conducir sus profesiones a una nueva etapa. Y con su propuesta lograron no solamente sus objetivos, sino también sembrar en la comunidad nuevos conceptos referidos al aprendizaje, el juego, los espacios, la familia, la diversión y otros.Así cuenta Romina sus inicios: “Al principio teníamos una oficina con Daiana en la esquina de San Martín y Facundo Quiroga, pero después soñamos con crecer y empezar a impulsar nuevos proyectos, así nació Barrilete. Se sumaron Raúl y Lorena, además de otros profesionales que acompañan este desafío. Nos mudamos a la calle Buenos Aires donde iniciamos el año pasado, y este año en una nueva etapa sobre la calle Andresito 179”, contó.Campeonato de bolitaEl apoyo de la comunidad no se hizo esperar, con un acompañamiento significativo no solamente a las actividades que se desarrollan en el centro, sino también con las que se proponen con la apropiación de los espacios públicos para el juego. Como el “Gran Campeonato de Bolita” que contó con una gran adhesión de las familias.




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