Mario Muga (46) rompió el silencio minutos después de las 10 de la mañana de ayer, tras firmar una condena a 22 años de prisión por “homicidio simple” y luego de casi cuatro años de estar detenido sin responder pregunta alguna a la Justicia, siempre amparándose en su derecho.Ante los enviados de PRIMERA EDICIÓN se decidió a hablar con el rostro cubierto por un pasamontaña y solicitar que lo perdone la familia de su expareja: “No puedo explicar cómo me siento, yo quiero hablarle a la familia de Mariela, pedirles disculpas porque no quise ocasionar esto, se salió de carriles, del control de mis manos, yo entiendo lo que debe sentir esa mamá que quiere tanto a su hija”.También insistió: “Doy la cara porque no me quiero esconder detrás de nadie, por eso me entregué a la Justicia para pagar hasta el último cuadrante que rompí. Para mí es necesario pedir disculpas”.Sin embargo fue reacio, reaccionó con reparo ante la consulta sobre lo sucedido la noche del 6 de noviembre en la Comisaría de la Mujer de Puerto Iguazú: “Sucedieron muchas cosas que yo no puedo explicar, es muy largo para contarlo bien. Hoy en el juicio terrenal me juzgó el hombre, pero yo sé que en el cielo me va a juzgar Dios de la misma manera que a todos”.El ahora exsuboficial Muga sólo resaltó: “Yo quiero lavar mi conciencia, que se entienda que sucedió un accidente, no quise ocasionar la muerte. No voy a tirar por la borda veinte años de carrera policial yendo a parar a la cárcel, yo soy un auxiliar de Justicia. He servido con mucho honor y mucho orgullo a la Policía de Misiones”.“Esto le puede pasar a cualquiera, ocurrió y yo no lo quise ocasionar. Sólo quise asustarla, fue un accidente, forcejeamos, insisto que fue un accidente, no quiero entrar en detalles, ahora sólo quiero pedir disculpas”, declaró ante los micrófonos de este diario.Antes de ser retirado del Tribunal Penal 1 de Eldorado, habló de sus próximos días: “Para mi futuro espero convertirme en una buena persona, ayudar a los demás, a cualquiera que pase por una situación similar a la mía”, sentenció antes de ser subido al móvil penitenciario.Sobre la penaLa condena de 22 años se acordó ayer tras la propuesta del fiscal del Tribunal Penal 1, Federico Rodríguez, quien explicó a PRIMERA EDICIÓN que, en cuanto a la no aplicación del agravante por violar la Ley de Género, manifestó que “cuando ocurrió el crimen (noviembre de 2012) no existía aún el calificante por violencia de género o vínculo marital”.“La escala entonces comprendía de 8 a 25 años y hasta 32 años de prisión, con el agravante de arma de guerra. Dentro de ese margen legal se consideró la condena a Muga”.“Hay sentencias de casos aberrantes que están dentro del margen de los 32 años, son casos como por la simple maldad, matar una criatura, o asesinar por motivos mínimos o nimios o, por el impulso de la perversidad brutal, para estos casos está pensado el máximo de la pena”.En cuanto a los calificantes como “desobediencia judicial y amenazas, en este caso ya estaban prescriptos por el tiempo transcurrido”.Rodríguez destacó que “la disminución en el abreviado es porque el acusado asume la responsabilidad, su colaboración es importante para la seguridad social porque hay un responsable asumido del ilícito”.





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