Un fixture bastante complicado en el inicio (en el que tuvo que enfrentar a Chicago, Argentinos, Instituto y Chacarita), con rivales con planteles de mayor jerarquía, futbolistas que recién llegaron y que se están adaptando a la idea futbolística del cuerpo técnico, es un combo bastante complicado para sobrellevar en un torneo en el cual Crucero del Norte intenta por lo menos repetir la buena campaña del certamen anterior.La explicación anterior no debe servir de excusa. Simplemente es un razonamiento lógico ante un arranque flojo, desde el punto de vista de los resultados, pero que dejó como corolario una mejoría en el equipo. Incorporar cantidad, no es lo mismo que calidad. A no confundirse. La derrota frente a Chacarita Juniors pudo ser por un marcador superior al 1-0 final, pero también pudo ser un empate por un par de chances en la primera parte (Iriberri y Molinas) y la buena performance del equipo en el segundo tiempo, en donde llegó en varias ocasiones, pero terminó mal las jugadas de gol, a excepción del remate de Pablo Ostrowski, que pegó en el poste y en donde la fortuna o la suerte también tuvo su lugar.Ahora bien, detengámonos en lo que pasó en el segundo tiempo. En donde el equipo presionó sobre la salida de “Chaca”, le quitó el balón y generó algunas llegadas desnudando los problemas defensivos del equipo que dirige Gastón Coyette. ¿No se puede sostener esa presión por mayor tiempo? ¿Lo de regalar la pelota y terreno en la primera etapa es una cuestión inconsciente de los jugadores de meterse más atrás o es una orden del cuerpo técnico? ¿Por qué el cambio de postura de un período a otro? La sensación subyacente que queda tras el juego con “Chaca” es que el equipo está para un poco más.Sin tanto tiempo para los lamentos, Crucero vuelve a jugar el miércoles frente a San Martín de Tucumán, en donde debe necesariamente, aunque al torneo le quede un sinnúmero de fechas por delante, ganar porque el grupo lo necesita para adquirir confianza para ratificar un crecimiento desde el punto de vista individual y también colectivo.El balanceA todo esto, jugadores del Colectivero también hicieron el balance de su partido, donde varios coincidieron en que enfrentaron a uno de los más complicados de la categoría.“Hay que tener en cuenta, al menos para mí, que jugamos contra el mejor equipo que vi hasta ahora en la categoría”, expresó Rodrigo Lechner, uno de los marcadores centrales de Crucero del Norte, quien junto a Delio Ojeda cumplieron ante Chacarita una buena tarea, pues las zozobras que padeció el elenco misionero llegaron por desbordes por los laterales en la mayoría de los casos.“Hicimos un gran esfuerzo. Es verdad que ellos -por Chacarita- con la ventaja bajaron la intensidad y se resguardaron atrás. Nos dieron tiempo para manejar la pelota y poder generar situaciones, pero otra vez dormimos en una pelota parada. Llegó el rebote y un gol en contra (rozó en Iriberri). Después se hizo todo mucho más difícil”, siguió el jugador, que además sostuvo:?“Tenemos que adaptarnos a los chicos que vinieron y que aportan lo mejor que tienen. Nosotros no vamos a renunciar a la forma en que veníamos jugando”.“Creo que con el correr de las fechas iremos mejorando”, finalizó el defensor “Colectivero”.




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