Unos 200 jóvenes de esta comunidad se manifestaron el viernes por la noche exigiendo a la Municipalidad mayores espacios para la juventud. Marcharon por la avenida San Martín desde el Banco Nación y hasta la Municipalidad, pero al no sentirse escuchados, decidieron dirigirse con su reclamo al predio del Polideportivo Municipal donde se desarrollaba la Feria de la Región de las Flores. Allí se encontraban las máximas autoridades del municipio. En el lugar fueron recibidos por la policía que les pidió finalizar la manifestación para no “arruinar la fiesta”, según expresaron los protagonistas a este Diario. Luego, en conjunto con funcionarios comunales se comprometieron a organizar una reunión para discutir el tema “pero sin tanto lío”. Federico Cristaldo, uno de los organizadores de la marcha, explicó a PRIMERA EDICIÓN las razones de la iniciativa. “La marcha se organizó el mismo día a través de las redes sociales porque los jóvenes de un colegio que tenían la fiesta de serenata esa noche, querían hacerla en una casa. Debido al auge de las fiestas clandestinas y los problemas que acarrean, ellos quisieron hacerla en un ámbito seguro, para ello recurrieron a hablar con el juez, con la policía y las autoridades, pero no permitieron concretarla, ni aún con la presencia de padres que se hicieran cargo. Eso trascendió entre los chicos de todos los colegios y cayó muy mal porque todos tenemos nuestras serenatas y la despedida de nuestro último año de secundaria, y no es justo porque simplemente lo que queremos es un espacio para festejar, de ese modo nos pusimos de acuerdo en salir a la calle a reclamar”, indicó.Respecto a los objetivos dijo que “buscamos un espacio de diálogo con las autoridades, tenemos la promesa de que esta semana tendremos una reunión así que estamos entusiasmados y agradecidos con todos los que se sumaron porque fue una marcha muy pacífica y muy respetuosa”, contó. Para Cristaldo, la marcha no es a favor del consumo de bebidas alcohólicas. “No estamos haciendo una apología al consumo, lo que queremos es que dejen de prohibir tanto y que a la hora de organizar eventos tengamos la posibilidad de hacerlo sin la necesidad de recurrir a fiestas clandestinas donde puede pasar cualquier cosa, y esa no es la idea”, finalizó. Para estos jóvenes menores de edad, una fiesta ideal sería una donde la policía esté informada y ayudando con la seguridad, con la colaboración de los padres y las autoridades, para de este modo cerrarle las puertas a las fiestas clandestinas que se están generando sin ningún tipo de control ni seguridad. Desde abril de 2015 rige en el municipio la Ordenanza 128/14 que prohíbe el consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública. Debido a esta normativa, muchos padres se manifestaron en contra por considerar que por esta causa los jóvenes se trasladan a otros municipios o a lugares lejanos o escondidas para realizar sus fiestas. Una madre que también es docente opinó que “me preocupa que no estemos dialogando con nuestros jóvenes sobre estos temas, y si bien no estoy en contra de la ordenanza, sí estoy en contra que no se generan espacios para los jóvenes, porque ellos se van a ocupar de generar sus propios espacios lejos de nosotros, pero eso también es lejos de la seguridad y lejos escondidos de todos. Como sociedad, los obligamos a eso, parece que tenemos vergüenza de nuestros jóvenes, queremos que estén escondidos. Además les prohibimos y no les damos alternativas”.Pedido sin éxitoAlex Schuster, uno de los coordinadores de la macha, explicó a PRIMERA EDICIÓN que el pedido de un área de la juventud que ayude a discutir estos temas lo vienen haciendo desde hace mucho tiempo pero que no tienen respuestas. “Venimos reclamando al intendente Federico Neis desde hace años una Secretaría de la Juventud, pero no nos escucha. Tampoco le pedimos algo con mucho presupuesto, basta con una persona que coordine y que genere un nexo entre los jóvenes y el municipio de modo a poder canalizar ideas, proyectos o quejas, un organismo con voz, que nos represente realmente. Sin embargo, agotamos todas las instancias y no hay progreso con ese tema”, acotó.Sobre la marcha dijo que “está claro que la palabra ‘prohibido’ ya es obsoleta. Hay que ver otras formas, y en algunos aspectos, como en este referente a los jóvenes, la sociedad se debe un debate y muchos cambios. Las cosas así como se están haciendo ya no funcionan, por eso reclamamos espacios para dialogar”, expresó. El municipio cuenta con un área de coordinación de la juventud, a cargo de Rubén Núñez, pero no cuenta con presupuesto ni con un proyecto que coordine a los jóvenes, según expresaron los consultados. Puerto Rico cuenta con un largo historial de reclamos encarados por la juventud, principalmente exigiendo espacios de esparcimiento. Sin embargo, pasan las administraciones municipales y los reclamos persisten.Fotos: Gentileza Gladys Corach





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