Desde el retorno de la democracia, con gobiernos radicales y peronistas, con modelos liberales y progresistas, con inflación y sin ella, con devaluación y estabilidad, el agro misionero parece estar siempre en crisis. Fueron muy pocas las épocas donde se pudo apreciar cierta estabilidad y precios más o menos satisfactorios para los productores locales.Pasó el kirchnerismo y llegó el macrismo, se terminó una crisis del cepo al dólar y precios controlados para entrar a otra de precios bajos y enfriamiento económico, sumado a la importación de productos extranjeros y altos costos de combustible. Los cuatro principales puntales de la economía productiva de la provincia son el té, el tabaco, la madera y la yerba mate. En cada caso, pareciera entrar en un espiral que no permite salir nunca de una situación mala e incómoda económicamente. El martes estuvo el ministro del Agro y la Producción de Misiones, José Luis Garay, en la comisión de Presupuesto de la Legislatura provincial, donde trazó un panorama desolador y desesperanzador para el agro local.Ante la consulta del diputado alfonsinista Hugo Escalada, Garay enumeró graves y grandes problemas para el sector, que no pudo solucionar en sus dos años de ministro, pero que se acarrean desde hace décadas, impidiendo el progreso de los colonos misioneros.Té, grandes empresas Sobre la producción de té, Garay dijo que “es un comodity” por lo tanto “la producción misionera respecto a la mundial no fija precio, no es formadora de precio, sólo toma el valor establecido y es el precio internacional el que condiciona al local”. Agregó que el precio “va fluctuando de acuerdo a actores mundiales que ingresan al mercado, que tienen grandes volúmenes de producción y costos mucho más bajos”, por lo tanto ofrecen el producto más económico para los compradores. Eso provoca una tendencia a la baja del precio local. “También tenemos problemas cuando el dólar está retrasado respecto al peso, porque es producto exportable”, dijo.Luego, Garay, enumeró: “en los años 80 las cooperativas exportaban 70% del té misionero. Hoy en día exportan el 1%” y añadió que “hay una gran concentración en cuatro grandes empresas que manejan el mercado. Los exportadores que vienen después de estas empresas grandes tienen pequeño volumen y no pueden incidir en el precio. El té depende del componente dólar y esa gran concentración”.La renovación está en el poder hace 13 años y en todo este tiempo no pudieron hacer nada por evitar la concentración, ni Alex Ziegler, el primer ministro del Agro, como tampoco Néstor Ortega (el anterior) ni ahora Garay.Con respecto a la Yerba Mate, el ministro responsable del área reconoció que “vamos camino a una tendencia de alta concentración, pero como no se trata de un producto exportable, depende casi exclusivamente del consumo del mercado interno”. “La variable son las grandes cadenas de supermercados que están presionando y le ponen techo al precio. Le planteamos a Nación que la pelea no es con secaderos ni molineros, sino las grandes cadenas de supermercados que limitan el precio de la hoja verde”, dijo Garay.“Yo me reuní con molineros, le dije que cada centavo que perdemos en el precio de la hoja verde es pobreza para los misioneros porque el 90% de ésta se produce en Misiones”, agregó. Antes del año pasado, el “malo de la película” era Guillermo Moreno que no permitía incrementar los precios en góndola, por lo tanto la industria no podía pagarle mejor a los productores. Ahora los “malos” son los supermercados. Pareciera que la culpa es siempre del otro y los responsables en Misiones no pueden o no quieren hacer nada para mejorar la situación. Inym y Ministerio del Agro deberían asumir más responsabilidad en el tema yerbatero.Tabaco Garay reconoció abiertamente que la producción de tabaco en Misiones depende total y exclusivamente de los aportes del Fondo Especial del Tabaco, que es un impuesto a la venta de paquetes de cigarrillo que recauda la Nación y distribuye a las provincias tabacaleras. Admitió que la Nación retiene el 80% de esos fondos que corresponden a los productores y que se reunirán las siete provincias tabacaleras con ellos para solicitar que el 80% que corresponde al productor sea girado en forma automática a partir del año próximo, porque “es el problema que estamos teniendo ahora”, precisó Garay. Proponen que el 20% restante que se reparta en tres patas: las asociaciones tabacaleras que se encargan de cuestiones como techos de cinc, galpones, sanitarios; las cooperativas que promueven el desarrollo y la reconversión de áreas tabacaleras; y el Estado, que “pretendemos incorporar tecnología”, dijo. “Lo que se produce en cada metro cuadrado llevarlo a dos o tres, sino no tenemos salida porque no tenemos posibilidad de expansión de la frontera agrícola, tenemos que incrementar la productividad”, sentenció, dejando en claro el retraso que tiene la actividad, a pesar de recibir cientos de millones de pesos en los últimos años.MaderaPor último, el ministro se refirió a la madera y comentó que el problema principal también afecta a otros rubros, y es el costo de logística. Se está avanzando con los bitrenes en reuniones con Vialidad Nacional y también con el consorcio que permitirá administrar los puertos de Posadas y Santa Ana. Son dos alternativas para abaratar los costos de transporte, que representan la mayor preocupación.“Por cada metro cúbico de transporte de madera estamos con costos cuatro veces superiores a Chile, dos veces y medio a Uruguay y una vez y media encima de Brasil en costos de logística; y esos países son nuestros principales competidores”, enfatizó el ministro del Agro.Siete años esperando las fábricasPor otra parte, ante la consulta del radical Gustavo González, Garay admitió que desde 2008 se viene gestionando e intentando abrir una planta de fabricación de almidón en Puerto Esperanza y San Pedro y todavía no entraron en funcionamiento.“La fábrica de Esperanza se gestionó en 2004 para Dos de Mayo y San Vicente. Finalmente se decidió Esperanza. A una empresa brasilera le compramos la planta de 50 toneladas por día. El proceso de compra se terminó en mayo de 2015”, reconoció Garay.Luego contó que falta un poco de equipamiento. “Faltan inversiones en transformador, se hizo la perforaciones para agua”, dijo. Y que “la planta de San Pedro se hizo con la misma empresa: cuando termina Esperanza el inversor propone construir una planta de 200 toneladas por día en San Pedro. Se hicieron inversiones y se plantó mucha mandioca en San Pedro, con la condición que sea todo destino a exportación. Cuando se colocó toda la infraestructura viene el cepo al dólar. El inversor plantea que no va a hacer la inversión porque una vez que saque el producto afuera, no va a poder llevarse la rentabilidad en dólares”. “Ahora no se si el precio del dólar sigue siendo atr
activo”, dijo el ministro, poniendo en duda que el proyecto siga en pié. Y aclaró que “en San Pedro se está acopiando mucha mandioca” pero igual “podemos utilizar esa instalación para el té que se produce en esa localidad, están las dos posibilidades”, finalizó el ministro.





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