El operativo donde fue apresado el acusado se concretó el martes 19 de mayo del año pasado, en la populosa zona del barrio A-4. Los investigadores buscaban una camioneta robada y terminaron dando con el cargamento de droga. Es más, tal como publicó PRIMERA EDICIÓN ese día, el vehículo que la Policía tenía en la mira salía de la casa de la manzana 231 del citado complejo habitacional, cuando fue interceptada. Los pesquisas la habían visto por la zona y sabían que era la misma que meses atrás habían sustraído en Buenos Aires. Lo que no imaginaron es el trasfondo: en el rodado había oculta casi una tonelada de marihuana. Fue un duro golpe para los narcotraficantes, que perdieron algo más de un millón de pesos. En la escena, además de los 1.101 “ladrillos” de “cannabis sativa”, también se secuestró un arma de fuego, cinco teléfonos celulares y 11 mil pesos, además de otros dos vehículos. Se supo que la droga iba a ser transportada a Buenos Aires o Chile. Fueron claves los operativos de vigilancia por parte de la Secretaría de Apoyo para Investigaciones Complejas (Saic) del Poder Judicial y de la Dirección de Investigaciones de la Policía provincial. Esto permitió dar con la Chevrolet S-10 blanca último modelo que circulaba por el A-4 y era la misma que tenía pedido de captura por un robo en Buenos Aires.“El convoy frustrado” Un dato no menor es que los efectivos frustraron la salida de una verdadera “caravana”, conformada por la S-10 que estaban siguiendo, una Fiat Fiorino y una Chevrolet Montana, cuyos choferes se disponían a abandonar el barrio. Los efectivos, entonces, rápidamente entraron, la interceptaron y les abortaron la salida. Olivera fue apresado el mismo día del operativo. Al allanarse su vivienda los efectivos encontraron una pistola calibre 22, entre otros elementos. En las últimas horas y tras verse cercado por las evidencias, el imputado reconoció su responsabilidad en el hecho en un juicio abreviado. El Tribunal Federal de Posadas y que dictó el fallo está conformado por Norma Lampugnani Manuel Alberto Jesús Moreira y Mario Hachiro Doi.





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