Carolina Pavón, es oriunda de Montecarlo y actualmente no puede abandonar Egipto, porque su exmarido le impuso una restricción de hogar. Aterrada, porque su vida corre peligro, solicitó a las autoridades del Gobierno de Misiones que intercedan, por lo que desde Cancillería Argentina y el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos estarían articulando los mecanismos para responder a su pedido.En entrevista con Radio News, esta madre de dos hijas (Mariam Banseeh Mahmoud y Yuliana Mahmoud Tarfa), radicada en Egipto desde 2003, donde se casó con Mahmoud Mohammed Mahmoud Ahmed Tarfa, del cual se separó, luego de ser víctima de violencia de género, relató el duro momento que le toca vivir: “Dejé pasar pero la violencia fue cada vez mayor, entonces llegó un momento en el que ya no pude más y me fui de la casa. Me estaba volviendo para Argentina, pero preferí hacer las cosas bien, hacer el divorcio, y con el divorcio tener el derecho de volver a Egipto a visitar a mis hijas, ellas se quieren quedar, porque este es su idioma, su religión”.Carolina aseguró además que obtuvo la nacionalidad egipcia porque cuando llegó a aquel país con su primera hija, nacida en Argentina, la familia de su exmarido pagó a un médico para que diga que la niña nació en la casa, que es egipcia, entonces la inscribieron como que nació el 9 de diciembre de 2004, siendo que ella nació el 6, con un nombre diferente. La joven aseguró que se preguntaba “cómo demuestro que es mi bebé. Entonces, obtuve la nacionalidad con ese nombre egipcio, cambiando el nombre. Pero, todo eso está conectado con mi pasaporte argentino”. Además, mencionó que en Egipto son prácticamente inexistentes los derechos de la mujer. “El marido es dueño de la mujer, entonces él hizo una restricción de hogar, quiere que vuelva, porque cree que yo soy de su propiedad. Entonces no pude salir del país. Necesito irme a mí país y realizarme como persona, pero ahora estoy encerrada aquí. Me bajaron varias veces del avión. En Egipto, cuando un hombre te hace una restricción, generalmente es una mujer egipcia que por lo menos tiene familiares, pero yo soy argentina y no tengo familiares acá”.“Cuando aquí te hace una restricción también te quitan el derecho a trabajar, entonces cómo te mantenés, esto es horroroso. La embajada argentina me está tratando de ayudar, pero hay bases legales que ellos no pueden saltarse”, añadió.En diálogo con Radio News, Carolina alertó además a las autoridades argentinas, que su vida corre peligro, “si (Mahmoud) sabe dónde estoy, si me encuentra me puede agarrar y llevarme a la casa y ya está. Si me pega, y voy a denunciarlo a la Policía, debo llevar dos hombres extraños, que no sean de la familia, o cuatros mujeres extrañas, que hayan visto, y quieran ser testigos.La montecarlense le pidió a las autoridades del Gobierno de Misiones que intervengan en esta situación.“Esta es mi última carta, no pretendía hacer mi vida algo así tan público y abierto, porque se empezó el proceso de divorcio, las visitas a mis hijas, pero esto va tan lento, no sé dónde estoy parada, no sé qué hacer. Le pido a las autoridades, al Gobierno de Misiones que me ayuden. No sé qué pueden hacer, pero que si esto se hace público, si pueden hacer algún pedido al Gobierno egipcio. Yo acá no tengo familia, es inhumano mantenerme en este lugar”, finalizó.





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