Este jueves 8 de septiembre se cumplirá un año del trágico fallecimiento del bombero Esteban Rubén Piriz (38), por lo que el municipio de Puerto Iguazú efectuará un reconocimiento a su memoria y labor, y sus colegas de la Asociación de Bomberos Voluntarios de la localidad, depositarán una ofrenda floral y harán lugar al protocolo que posee el cuerpo para homenajear a los caídos en cumplimiento del deber. Su deceso se produjo en momentos que arreglaba el techo de su propia vivienda, en barrio Villa Tacuara, después de pasar toda la madrugada y parte de la mañana ayudando a los vecinos que sufrieron las consecuencias de un temporal de lluvia y granizo. El presidente de la Asociación, Osvaldo Javier Bareiro, lo recordó con nostalgia. “Era chofer y se lo consideraba una pieza fundamental dentro de la Asociación. Como era un trabajador independiente podía disponer de su tiempo y cada vez que había un incidente era el primero que llegaba a la institución para prestar servicio. De esta manera estuvo prácticamente en el 90% de las intervenciones que tuvimos”, dijo.Admitió que su partida “fue una gran pérdida para la institución en la que se desempeñó durante siete años pero, fundamentalmente, para toda la comunidad de Puerto Iguazú. Se nos fue una pieza fundamental, una persona que dejaba todo de lado para venir a brindar ayuda a quien la necesitaba. Se lo extraña mucho. Hace mucha falta, y lamentamos porque dejó hijos pequeños que no tienen la presencia del padre”, agregó Bareiro, quien lo conocía desde antes de su ingreso al cuartel. Recordó que el día de su deceso, tras la granizada que se abatió sobre esta ciudad turística, Piriz estuvo prestando servicios durante toda la madrugada y parte de la mañana en los hogares de muchos vecinos que habían sido damnificados. “En horas del mediodía, cuando más o menos se había tranquilizado el mal tiempo, fue a realizar tareas en su propia casa que también había sido afectada. Al estar subido sobre el techo para reemplazar las chapas agujereadas recibió una descarga eléctrica de un cable que estaba rozando el metal”.Bareiro contó que sus compañeros se acercaron de inmediato y le realizaron las prácticas de reanimación. “Le hicieron RCP y todos los conocimientos que tenemos para estos casos pero fue imposible reanimarlo. Fue trasladado al hospital Samic pero allí se confirmó su deceso”. Al cumplirse el primer aniversario de su muerte, el Ejecutivo municipal brindará un reconocimiento a su memoria y labor. En una tarea conjunta, el municipio y la asociación construyen un panteón en el cementerio El Salvador, donde será colocada una placa recordatoria. Además, el municipio eximirá de cobro público, de por vida, al espacio que ocupará en el camposanto.





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