Estimado lector, Einstein decía: “Es más fácil desintegrar un átomo que un prejuicio”. Humildemente voy a copiar el pensamiento de este genio diciendo: es más fácil desintegrar un átomo que una creencia o mito sobre temas médicos. Por lo tanto, no intento que desintegre nada ni siquiera que lo crea totalmente, sólo que lo piense; algunas creencias son inocuas, pero en algunos casos pueden dañar su salud. Por citar algunos ejemplos le contaría que la Vitamina C no estimula defensas orgánicas ni mejora por si sola ningún cuadro gripal, o que el hígado y el riñón no duelen, por lo tanto, el dolor de hígado y de riñón no existen. Los receptores del dolor se encuentran en sus vías excretoras produciendo cuadros como el Cólico biliar o el Cólico de las vías urinarias. Le contaré también que el azúcar en las heridas sangrantes recientes no es un hemostático, ni detiene el sangrado, pero sí los cirujanos usamos el azúcar con muy buenos resultados en las heridas purulentas y/o necróticas. Imagino que usted sabrá que el dentífrico no sólo no cura una quemadura, sino que lejos de hacerlo la contamina, sabido es que el agua fría hace maravillas sobre la lesión, que es en definitiva lo que hacen las rodajas de tomate o pepino sobre las quemaduras solares. De paso le diré, que en cualquier tipo de herida cortante no se debe realizar ningún tipo de torniquete, ni por arriba ni por debajo de la misma. Estas medidas sólo podrían agravar el cuadro. En todo caso puede realizar un buen taponaje compresivo y trasladar al paciente a un servicio de emergencia. Seguramente ha sido testigo de un atragantamiento por algún cuerpo extraño en la glotis, por lo general carne, donde el paciente no puede respirar, y comienza un cuadro dramático que en algunos casos puede poner en riesgo la vida del paciente. Se lleva sus manos al cuello pidiendo aire y es ahí donde toda la familia comienza a pegarle golpes en la espalda atascando aún más el cuerpo extraño. Lo que está indicado es realizar la maniobra de Heimlich, o sea comprimir el epigastrio, la zona baja del esternón con ambos brazos rodeando el tórax desde la espalda realizando una compresión brusca, buscando simular tos y así desobstruir la vía aérea. Ya que mencioné la tos, le hago un comentario al respecto. La tos, fiebre, diarrea, dolor, etc. son signos y síntomas defensivos que tiene el organismo y su médico va a moderar en base al diagnóstico que haya realizado, pero que de ninguna manera anulará sin saber la causa. Le doy un ejemplo, es como cuando usted ve en el tablero de su automóvil que se enciende la luz de falta de combustible. No ganaría nada con taparlo, le convendría ir hasta la estación de servicio. Si usted anula el dolor todo el tiempo podría ocultar la verdadera causa del problema. Hay mitos realmente muy difíciles de entender, al menos para mí. Hay personas que creen que las vacunas reproducen la enfermedad y por lo tanto están desaconsejadas. Más incomprensibles aún, cuando quienes creen esto son profesionales de la salud. En mi humilde consideración creo que el ser humano llegó a unos de los mayores logros científicos al crear las vacunas, ya que libraron a toda la humanidad de infinitas muertes y discapacidades que hubieran causado enfermedades tales como la poliomielitis, la difteria, el sarampión, la tos convulsa, la tuberculosis, la fiebre amarilla y más recientemente la gripe A, por citar algunas. Por eso les recomiendo que siga el esquema de vacunación que su médico le indique, porque las vacunas son una bendición. Bueno…no pretendo que olvide sus creencias médicas al instante, ni dude de sus diagnósticos, ni el de sus vecinos, pero por favor piense muy bien antes de tomar analgésicos, antibióticos o cualquier otra medicación por cuenta propia, porque puede tener graves consecuencias para su salud. Le recuerdo que ningún antibiótico o antibacteriano está indicados en las virosis, los resfríos o las alergias. Su médico sabrá aconsejarle y no consulte al doctor GOOGLE aplicándose tratamientos o procedimientos maravillosos que seguro no están comprobados científicamente. Lo que sí le voy a pedir encarecidamente es que no beba alcohol cuando vaya a conducir… yo sé que usted se “conoce” y que el alcohol no le hace nada y que por celular le indican donde están controlando… pero créame después de muchos años de médico de emergencias es muy desagradable ver las consecuencias nefastas que pudieron evitarse… ¡Ah! le cuento, ninguna pastilla de menta lo salva de la multa… Si logré que medite en esto, me alegro mucho y brindo con una copa de vino (un aliado del colesterol bueno o HDL) ya que no voy a manejar a pesar de haber comido sandía.Colaboración: José María BlarizaMédico. Director de la Carrera de Medicina – Ucami – Universidad Católica de las Misiones
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