Al mejor estilo de una película de suspenso, los gendarmes montaron un seguimiento de casi un año. Escuchas telefónicas en vivo y en directo, agentes encubiertos con cámaras fotográficas de largo alcance apostados a 150 metros del taller donde presuntamente se acondicionaban los vehículos, seguimiento geográfico en tiempo real de los sospechosos. Esa trama, cinematográfica, quedó al desnudo el viernes en la segunda jornada del debate oral y público que se le sigue a la banda acusada de traficar cocaína desde Misiones hasta Uruguay.La realidad siempre supera a la ficción. Y ayer volvió a quedar claro en la sala de audiencias del Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas, donde dos efectivos de alto rango de Gendarmería Nacional (GN) brindaron detalles sobre el trabajo que realizaron en torno al caso, propio de un film policial.La agenda del narco capturadoEl camino para desbaratar la banda se obtuvo tras la captura de un gendarme del Escuadrón 50 de Posadas en?Uruguay, en noviembre de 2012. En la apertura de las testimoniales, el comandante principal Osvaldo Atamanof -en ese entonces a cargo de la Unidad de Investigaciones de GN- reveló que “el gendarme Gustavo Martínez fue uno de los primeros en estar sospechado de tener vinculación con su camarada arrestado en Uruguay y gracias a las escuchas telefónicas se fueron obteniendo mayores datos con respecto a los posibles integrantes de la organización que estaba bajo la lupa”. A partir de allí comenzaría una minuciosa pesquisa que se prolongó durante nueve meses. El final es conocido. A mediados de agosto de 2013 fueron detenidos Christian Czernecki y Diego Toledo como organizadores de una banda dedicada al narcotráfico internacional. Ambos son juzgados junto a otros cinco imputados por el transporte de 60 kilos de cocaína.Trabajo de inteligenciaAtamanof explicó que verificaron los movimientos migratorios de los sospechosos, donde surgieron otros implicados, “entre los que figuraba Christian Czernecki”. No fue difícil. El cabo primero Martínez “se movilizaba en un Ford Fiesta que estaba a nombre de Czernecki”, indicó el alto jefe de GN, que entonces abrió el juego ante la probable presencia de otros sospechosos.El gendarme aseguró que Toledo cayó gracias a que trasladaba vehículos a un taller mecánico ubicado en inmediaciones de avenida Corrientes e Hipólito Irigoyen de Posadas. Entre esos vehículos figuraba una Peugeot Partner que posteriormente sería la que transportaba la cocaína. Y también una Renault Duster que figura en el expediente en una fotografía. En esa imagen se observa a otro de los siete implicados, Osvaldo Amarilla -quien posteriormente sería detenido al mando de la Peugeot con los 60 kilos de cocaína- reunido con Toledo.Aquella foto encendió la polémica. Desde la defensa de Amarilla, a cargo de Susana Beatriz Criado, solicitaron una “pericia a la imagen porque es muy difusa y no permite ver con claridad si se trata o no del acusado”. El tribunal aceptó la realización de ese peritaje.El segundo comandante a cargo de la investigación, Rolando Fabián Dutra -quien también declaró ayer- explicó que dicha imagen se logró desde unos 150 metros, desde un vehículo de la fuerza no identificado, donde junto a otros dos suboficiales hacían vigilancia encubierta con “un potente zoom”. Un sms que llegó tarde Sobre el operativo final, los gendarmes reconocieron que la Partner casi se les escapa.“Teníamos datos de que ese vehículo había viajado a Foz de Iguazú (Brasil) junto a un Ford Fiesta y que ambos ingresaron a la Argentina el 12 de agosto. Sabíamos por las escuchas telefónicas que tuvieron inconvenientes con la Duster y por eso cambiaron de rodado”, expresó Atamanof. Al otro día, 13 de agosto de 2013, llegaría el operativo que coronaría las labores de los gendarmes, quienes desde horas tempranas siguieron a la Peugeot Partner, guiada por Amarilla, desde el frente del domicilio de Czernecki , según indicó el jefe a cargo del procedimiento. “Un mensaje de texto advirtió al conductor de la Partner, que para nosotros era sospechosa de cometer un ilícito, por uno de los ocupantes del auto que viajaba como ‘puntero’. El mensaje decía ‘volvé’, ya que había un control sobre la ruta 105 a la altura de San José”, indicó Atamanof, quien aclaró que recibían las escuchas y mensajes de texto casi en forma instantánea. Dutra fue quien interceptó la Partner sobre la ruta nacional 105. “Tuvimos que decidir entre dejar que siga camino a Posadas, donde se complicaba una persecución, o interceptarla sobre la misma ruta. Optamos por esto último. El chofer intentó evadirnos, pero como había una construcción vial tuvo que detenerse. Ahí, con testigos y el can detector, hallamos la cocaína”, concluyó. En el Fiesta que viajaba como “puntero” iban Czernecki, el comerciante paraguayo Derlys Armando Echauri Detez y el gendarme Martínez.Posteriormente fueron arrestados dos chapistas, Walter Kurtz y Sergio Contreras. El comerciante de automóviles Diego Toledo fue detenido cuando intentaba viajar a Paraguay a través del puente internacional, hacia Encarnación, ese mismo día.





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