María de 34 años tenía dolores matutinos y simétricos en tobillos, rodillas y manos, casi invalidantes. A su vez se sumaban dolores musculares cada vez más intensos y no dudó en consultar. Ante la clínica y el examen físico de la paciente detecté dolor y molestias difusas abdominales e intensos signos de rascado con lesiones de larga data. Pedí un control general y una ecografía abdominal. Los resultados de laboratorio marcaron un mínimo desfasaje hepático, pero la ecografía mostró el hígado graso. Con medicamentos y un plan alimentario, más el diario malestar de la repetida rigidez matutina, artralgias, le producían alteraciones en la hormona suprarrenal con valores alterados de cortisol.El tratamiento básico para el hígado graso es la desintoxicación hepática que al ir mejorando disminuye los síntomas dermatológicos de picazón y los dolores musculares.Los pacientes con artritis, generalmente presentan patologías hormonales asociadas, que conducen a síntomas que llegan a mezclarse con los artrósicos y pueden confundirse.Dentro de las máximas sugerencias que doy a mis pacientes con hígado graso y artritis figura la de disminuir lácteos y derivados, además de la carne vacuna. El Cardo Mariano está entre los mejores colagogos. También los tratamientos con Celuloterapia o Medicina Biológica, son una excelente alternativa que se potencia con la Ozonoterapia o Carboxiterapia. Pero lo más importante es la rutina de la actividad espiritual y física. La elongación es la mejor actividad diaria teniendo en cuenta que hay ciertas rutinas que fortalecen y ayudan a la mejoría general. Retomen el artículo que les compartí con los ejercicios para hacerlos en su vida diaria. Con el cariño de siempre. Colabora: Marcela CampiasMédica. Clínica. Especialista en Medicina Orthomolecular. CIMOEn FacebookAv. Tambor de Tacuarí 3328watsap 376413607





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