“No entendemos por qué lo mataron, no conocíamos motivos para que lo hagan. Francisco no tenía deudas ni enemigos, era muy querido por los vecinos”, manifestó un familiar de Francisco Gerardo Maciel (34), el estudiante asesinado de seis puñaladas el pasado viernes en su vivienda de esta ciudad.Para el entrevistado, quien prefirió preservar su identidad por temor a represalias, el joven fue atacado por más de un delincuente y señaló que Francisco, quien vivía solo, se encontraba indefenso al momento del ataque. “Entraron a robarle y pensamos que se hubiesen llevado las cosas pero ¿por qué le quitaron la vida?, acaso no vieron que Francisco no podía defenderse, estaba imposibilitado, le faltaba un brazo, tampoco tenía armas. Él no tuvo oportunidad para luchar contra los sujetos”.El crimen del estudiante, que salió a la luz el viernes pasado luego de que un sobrino lo hallara sin vida, ocurrió dentro de su propiedad ubicada sobre la calle Ayohuma al 400, frente al complejo habitacional Eldorado III.Los pesquisas indicaron que el cuerpo de la víctima fue encontrado en medio de un charco de sangre, con seis puñaladas que le asestaron a la altura del cuello y que le afectaron la yugular. El motivo del brutal asesinato para los pesquisas es el robo, ya que al dueño de casa le faltaba su motocicleta, la billetera, su celular y una notebook. “Nosotros pedimos por favor a la sociedad que si tienen datos sobre los autores nos ayuden. Pedimos que los aporten a la Policía. Si ven la motocicleta que alerten a los efectivos. No puede ser que ocurra un hecho tan aberrante en nuestra localidad. La sociedad no debe ser indiferente. Francisco era un chico que no pudo ni siquiera luchar por su vida”. Se estaba por recibirFrancisco Gerardo tenía 34 años y era el hijo menor de la familia Maciel. Hace algunos años, cuando había finalizado el colegio secundario, en una escuela técnica, decidió comenzar a trabajar.Fue durante una jornada laboral cuando le sucedió un hecho que le cambiaría la vida para siempre. “Tuvo un accidente laboral y perdió el brazo. A él y a nosotros nos costó mucho levantarlo, pasamos por un bajón terrible. Él había terminado el secundario, sexto año en una escuela técnica. Era comenzar de nuevo y ayudarlo a salir de ese dolor que parecía interminable”, dijo el entrevistado.Pero nunca perdió las ganas de salir al frente y “finalmente superó ese hecho. Él tenía muchas ganas, mucha vitalidad y le puso entusiasmo a la vida”, recordó.Poco después inició una carrera universitaria y “a fin de este año se iba a recibir de Técnico en Seguridad e Higiene. Era un logró más, a pesar de las diferencias que habían”, añadió el hombre. Sin embargo, su verdadera pasión eran los deportes “se sacrificaba mucho para integrarse y llevar una vida normal. Era aficionado a los deportes, iba a los eventos de maratón. Recorría localidades, cada vez que podía porque lo hacía a pulmón”. Con respecto a la investigación del homicidio, la familia del joven indicó que confían en el avance de la pesquisa. “Todo está en manos de la Justicia y queremos creer que van a lograr dar con los responsables de la muerte de Francisco”.





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