El juez de garantías de esta ciudad, Gonzalo Basualdo, dispuso en la audiencia de ayer que el sacerdote Néstor Fabián Monzón (47), acusado de “abuso sexual gravemente ultrajante” en perjuicio de una nena de tres años, continuará con los sesenta días de prisión preventiva fijados en una casaquinta de Calchaquí, provincia de Santa Fe. Monzón es el religioso a cuyos defensores el obispo de la diócesis de Posadas, Rubén Martínez, había ofrecido su hogar en la capital misionera para que cumpliera con el arresto domiciliario mientras se definía su situación procesal en la Justicia de Santa Fe. El lunes, el juez Basualdo realizó la audiencia con las partes intervinientes en el caso y notificó del cambio de ofrecimiento de domicilio para que el cura siguiera detenido hasta el 7 de septiembre próximo, fecha en que se cumplen los sesenta días determinados tras la denuncia del primer abuso en su contra.Basualdo aceptó la nueva propuesta de alojamiento, una casa que estaba deshabitada a cien kilómetros de Reconquista, en Calchaquí, donde Monzón tendrá un guardador siete años más joven y propietario del inmueble, que deberá facilitar cada quince días a que efectivos policiales de esta jurisdicción elaboren un informe sobre el cumplimiento o no de la medida.Pero Monzón antes de dejar la celda de una comisaría de la localidad cordobesa de San Francisco, será sometido hoy en esta ciudad a un análisis médico para determinar si es portador de alguna enfermedad de transmisión sexual, pero también una pericia psiquiátrica profunda para establecer el perfil del sospechoso, entre otros puntos, sus comportamientos sexuales.Pero Basualdo admitió también ayer otro adelantamiento de prueba ofrecido por los acusadores y querellantes en la causa por abuso sexual gravemente ultrajante contra menores. Consiste en la realización de una cámara Gesell a otro niño que involucra a Néstor Monzón. Se trata de un menor de 4 años hermano de la niña de 3 presuntamente abusada por el mismo sacerdote.Monzón fue detenido por primera vez el 19 de abril y acusado por el delito de “abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por su condición de sacerdote”.En el caso tomó intervención el fiscal de Reconquista, Rubén Martínez, que casualmente comparte nombre y apellido con el obispo de Posadas. Ese sería, luego, el único punto en común entre ambos.“Se confirmó que la niña tiene desgarro parcial de himen y fue contagiada con el Virus del Papiloma Humano (VPH), una enfermedad de transmisión sexual”, explicó el representante del Ministerio Público Fiscal a la agencia Télam.Tras esa segunda denuncia es que el obispo posadeño Rubén Martínez, exprelado de Reconquista y amigo de Monzón, viajó hacia aquella localidad y -según una posterior denuncia del fiscal- amedrentó al agente del Ministerio Público. “No es una denuncia cualquiera. Las penas son importantes, ya que la coacción es una amenaza agravada. Es un delito de instrucción, es un delito importante”, resaltó Eladio García, fiscal general de Santa Fe.En aquel viaje, el obispo posadeño defendió a Monzón. “Vengo para acompañarlo, es alguien con quien tengo una gran cercanía, lo conozco desde hace años”.





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